México: protesta de maestros cerró con 8 muertos y más 100 heridos
Tras choques entre maestros y policías en el estado mexicano de Oaxaca (sureste), con intervención de radicales armados y que dejaron ocho muertos, miles de personas, la mayoría profesores, se manifestaban este lunes en la capital estatal contra una reforma educativa impulsada por el gobierno.
En tanto, las autoridades investigaban si entre los fallecidos había víctimas de disparos realizados por efectivos policiales.
En un nuevo balance de las protestas que el domingo sacudieron algunos puntos de Oaxaca, el gobierno informó que suman seis fallecidos, ninguno de ellos maestro, en Nochixtlán, mientras que en Juchitán dos hombres, uno de ellos un periodista gráfico que tomó imágenes de saqueos, fueron asesinados a balazos por desconocidos.
En la ciudad de Oaxaca, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), disidencia magisterial que se ha levantado contra una reforma educativa de 2013, encabezaba este lunes junto con miles de simpatizantes una manifestación que tenía como destino el Zócalo (plaza central) en medio de llamados a no caer en la violencia.
Pero un equipo de la AFP constató que una docena de encapuchados, que avanzaba al margen de la marcha, lanzaron piedras y petardos contra policías frente al Instituto Estatal de Educación Pública, quienes respondieron con una bomba lacrimógena.
Clara Revilla Lucas, maestra de 50 años que desde hace 27 enseña en la sierra, viajó tres horas con su hijo adolescente desde su natal Villa Hidalgo Yalalag para asistir a la marcha «por la represión que hubo contra los compañeros», según dijo.
Los maestros enarbolaban pancartas en «repudio a la masacre» de Nochixtlán y para exigir «castigo a los culpables» y la «presentación con vida» de 22 personas que la CNTE reporta como desaparecidos.
La CNTE, ala radical del sindicato nacional de maestros, rechaza la reforma educativa porque estipula que las plazas de maestros serán asignadas por el gobierno y no por el sindicato, como venía ocurriendo hasta ahora, impone evaluaciones a los docentes y denuncian que la misma conduce a la privatización de la enseñanza.
Emboscada
Los enfrentamientos en Nochixtlán se desencadenaron el domingo cuando unos 800 policías federales y estatales desalojaron con gases a maestros del CNTE, que junto con simpatizantes bloqueaban carreteras. Luego de que el gobierno desmintió que los uniformados hubieran ido armados a reprimir a los manifestantes, el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, reconoció que los uniformados recurrieron a sus armas ante el acecho de unas 2.000 personas «radicales», algunas armadas.
«Vivimos una emboscada, una situación totalmente diferente», lo que obligó a que policías federales y estatales «llegaran con sus armas de cargo para tratar de ayudar a la población», dijo Galindo al reconocer que los disparos no provinieron de maestros.
Pero periodistas gráficos locales aseguran haber captado a civiles y policías disparando una hora antes de esos enfrentamientos. Galindo señaló que se realizan necropsias a las víctimas, de entre 19 y 33 años, para determinar si murieron por disparos de armas policiales.
«Lo que nos interesa muchísimo es poder ver el calibre de las armas que mataron a estas personas», dijo de su lado a radio MVS Jorge Alberto Ruiz, secretario de Seguridad Pública estatal.
La CNTE en Oaxaca defendió este lunes el carácter pacífico de sus protestas, atribuyó los actos de violencia a «infiltrados» vestidos de civil y demandó la renuncia del gobernador Gabino Cué.
El dirigente magisterial Juan García pidió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos investigue los hechos y acusó a los policías de «disparar sin piedad».
Mientras, algunos visitantes lamentaban la tensión vivida en Oaxaca, que tiene en el turismo una importante fuente de ingresos.
«Es triste y medio desagradable lo que ayer pasó y afecta no sólo a la imagen de Oaxaca sino de México. Esto no ayuda para nada a que el turismo venga», decía Alejandro Santa Cruz, dueño de una marca de mezcal que viajaba por negocios.
Estas manifestaciones se prolongan desde hace meses con distintas intensidades en los estados con fuerte presencia de la CNTE, principalmente Oaxaca, Chiapas (sureste), Guerrero (sur), Michoacán (oeste) y Ciudad de México, pero no habían llegado a enfrentamientos armados.
Las protestas recrudecieron tras la detención de dos líderes magisteriales, uno acusado de enriquecimiento ilícito y otro de robo agravado de libros educativos oficiales.
Entre junio de 2006 y julio de 2007, en Oaxaca hubo violentas protestas desencadenadas por la CNTE, que luego conformó la Asamblea Popular de los Pueblos junto a otras organizaciones.
Las protestas dejaron una veintena de muertos, entre ellos el camarógrafo estadounidense Brad Will, ultimado cuando cubría una manifestación y cuyo caso fue catalogado como una «ejecución extrajudicial» por una comisión que denunció también actos de tortura y desapariciones forzadas por parte de autoridades y policías.