Cayó el consumo en Semana Santa
Unos 2.270.000 personas viajaron por el país entre el miércoles en la tarde y el domingo. Los gastos muestran igualmente una fuerte dispersión entre destinos, pero en todos prevaleció un mismo patrón: el turista cuidó sus consumos, y cuando fue necesario, resignó calidad para aprovechar las ofertas de alojamiento, gastronomía y servicios recreativos que ofrecieron muchos empresarios para captar público.
Los argentinos que viajaron por el país durante la Semana Santa gastaron unos 4.045 millones de pesos en el fin de semana largo, lo que representó una caída del consumo del 4,8 por ciento.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), unas 2.270.000 personas viajaron por el país entre el miércoles en la tarde y este domingo, cuando se inició el regreso a casa tras el descanso.
La cantidad de turistas que viajó por el país en Semana Santa fue un 2,1% superior frente a la misma fecha del año pasado, aunque la estadía fue más corta y las ventas de bienes y servicios vinculadas al sector cayeron 4,8 por ciento.
El movimiento turístico fue en “bueno” y en muchos destinos superaron las expectativas, indicó la cámara empresaria en un comunicado de prensa.
Los visitantes permanecieron en promedio 3,3 días en los lugares elegidos, cuando en 2015 la permanencia había sido de 3,8 días, y sostuvieron un gasto diario per cápita de 540 pesos, un 18,7 por ciento mayor al del año pasado.
Con una inflación anual que superó ese nivel, el gasto cotidiano reflejó cómo con menor poder adquisitivo, la gente sigue viajando pero ajusta diferentes ítems para abaratar el fin de semana.
Según el relevamiento realizado por CAME en 40 ciudades del país, las ventas de bienes y servicios ligadas al turismo (medidas en cantidades) tuvieron una caída promedio de 4,8% frente a lo que sucedió en el mismo feriado de 2015.
En general el comercio minorista arrancó el año en baja y el fin de semana se mantuvo esa misma tendencia: uno de los rubros que más lo sintió, fue gastronomía y locales de artesanías o regalos.
Los gastos muestran igualmente una fuerte dispersión entre destinos, pero en todos prevaleció un mismo patrón: el turista cuidó sus consumos, y cuando fue necesario, resignó calidad para aprovechar las ofertas de alojamiento, gastronomía y servicios recreativos que ofrecieron muchos empresarios para captar público.
A su vez, este año se eligieron destinos más cercanos para abaratar el combustible o el costo del pasaje en el caso de quienes se mueven en colectivo, y el tiempo de permanencia fue menor, posiblemente por el mismo motivo.
El clima no fue el mejor compañero este fin de semana, aunque tampoco fue un obstáculo dado que a diferencia de otros feriados, los viajes de Semana Santa fueron planificados con más tiempo, y eso le da previsibilidad a la fecha.
Según datos del ministerio de Turismo, sólo un tercio de estos viajeros planificó su excursión con menos de 1 semana de anticipación y, en cambio, casi la mitad lo planificó entre 1 semana y 1 mes antes, y un 17,6%, con más de un mes de anticipación.
En lo que va de 2016, hubo 2 fines de semanas largos (Carnaval y Semana Santa que este año coincidió con el Día de la Memoria) donde viajaron 4.320.000 turistas con pernocte, y dejaron ingresos directos por 8.135 millones de pesos en las economías regionales del país.