Tiempo de cambios: así han evolucionado los principales pasatiempos en los últimos años

 

Las redes sociales y los juegos están cambiando, pero todo aquel que tenga una plataforma de streaming de contenido audiovisual podrá afirmar que también está sucediendo en ese tipo de industria.

En internet, sobre todo si ponemos el foco en el sector del entretenimiento, nos podemos encontrar con una amplia oferta. Debido a esa lucha por la audiencia, es de costumbre ver cómo van apareciendo nuevos productos en el mercado o produciéndose pequeños cambios que rompen con lo que estaba establecido. Estamos hablando de una industria muy permeable, capaz de adaptarse a las últimas tendencias del mercado y, a continuación, repasaremos algunos de los ejemplos que nos han dejado en los tiempos recientes.

Los juegos, conectados e interactivos

El móvil se ha convertido, para la gran mayoría de la población, en el aparato al que se le dedican más horas a lo largo del día. Muchas de estas están destinadas a actividades de ocio, como es los juegos a través de aplicaciones, que ya ha desbancado en número de usuarios al de computadoras y videoconsolas. Y no es de extrañar, pues el acceso es mucho más rápido desde el dispositivo de bolsillo y acostumbran a ofrecer los títulos de forma gratuita en las tiendas virtuales.

Más allá de la accesibilidad, clave para entender ese fenómeno, también cabe mencionar el funcionamiento y desarrollo de la práctica, dotada de interactividad y socialización. Un caso que lo ejemplifica es el póker, uno de los juegos más sociales que existen, que ha migrado a las pequeñas pantallas en forma de plataforma y brindando a sus jugadores todas las prestaciones que podría experimentar en establecimiento físico: desde la atención en el transcurso de la partida hasta las informaciones sobre los valores de las cartas.

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¿Cambio de estrategia en las redes sociales?

Las redes sociales es una de las industrias que ha transformado el siglo actual. A través de sus aplicaciones y portales, ha permitido a las personas estar en contacto las unas con las otras y dar a conocer sus actividades mediante las publicaciones. Pese a no tener una larga historia a sus espaldas, su evolución es motivo de análisis. Al principio, Facebook captaba todas las miradas, al ser considerada como la más completa, pues contempla texto, imagen o vídeo combinados.

Poco a poco se fueron especializando y aparecieron competencias en el mercado. Ejemplo de ello es Instagram, dedicada a la fotografía; TikTok, a los vídeos cortos; o Twitter, ahora X, a las comunicaciones y discusiones. En la actualidad, prácticamente se pueden encontrar las mismas prestaciones en unas que en las otras y es que sus diferencias han quedado diluidas, pues si una moda funciona, la marca rival sigue esa tendencia. Esto se ha podido ver con los vídeos breves en formato vertical, que ahora están por todos los sitios.

En los tiempos actuales, parece que el fenómeno de los vídeos de corta duración está llegando a su fin. Solo hay que ver cómo han ido creciendo otras redes como Twitch, que apuestan por largos directos. A su vez, las estrategias están cambiando. Sin ir más lejos, la red social china, TikTok, está abandonando el formato que los hizo tan populares y que replicaron Reels de Instagram y Shorts de YouTube. Las últimas novedades apuntan hacia los contenidos en horizontal y la duración de quince minutos. Atrás ha quedado el minuto.

El negocio en las plataformas de streaming

Las redes sociales y los juegos están cambiando, pero todo aquel que tenga una plataforma de streaming de contenido audiovisual podrá afirmar que también está sucediendo en ese tipo de industria. El actual Netflix poco tiene que ver con el que inició su camino de popularidad hace dos décadas, pues junto con la competencia se han convertido en uno de los principales productores de cine del mundo. Los grandes estrenos ya no pasan solamente por la gran pantalla, sino que lo hacen también por la pequeña.

Viendo que cada vez son más las producciones costosas que hacen frente y que el número de suscriptores ha ido quedando estancado, muchas de estas compañías han apostado por dejar de compartir cuentas con otros usuarios fuera del hogar y ofrecer paquetes algo más económicos para que esos que no pagaban, lo hagan. Lo que apareció en su día como una alternativa barata a la televisión, poco a poco ha ido aumentando el coste hasta obligar a los clientes a elegir qué plataformas priorizar.