Más de 27.000 personas con discapacidad recibieron «formación para su inclusión laboral»
Funcionarios y beneficiarios de estas iniciativas remarcaron la necesidad de «seguir profundizando la inclusión» y destacaron a la «accesibilidad, el compromiso y las capacitaciones» como ejes fundamentales para lograr una integración «exitosa».
Programas, talleres y capacitaciones laborales dirigidas a personas con discapacidad buscan facilitar su inserción en el mercado de trabajo con el fin de lograr una «transformación sin discriminación», destacaron funcionarios y beneficiarios de estas iniciativas, quienes también remarcaron la necesidad de «seguir profundizando la inclusión».
El director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Fernando Galarraga, señaló a Télam que el organismo a su cargo se propone, entre otros objetivos, «seguir profundizando la capacitación» para que los beneficiarios de los cursos y otras iniciativas llevadas adelante por diversos organismos nacionales alcancen una «formación para su inclusión laboral».
En ese sentido, trabajadores con discapacidad y empleadores de programas de inclusión laboral destacaron a la «accesibilidad, el compromiso y las capacitaciones» como ejes fundamentales para lograr una integración «exitosa» en el ámbito laboral
Entre las propuestas para personas con discapacidad ofrecidas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social -algunas de ellas en conjunto con Andis- se encuentra el Programa Promover.
Entre 2020 y 2023, esta propuesta ofreció acompañamiento en el desarrollo ocupacional para insertarse en empleos o desarrollar emprendimientos a un total de 27.321 beneficiarios.
En el mismo período también se desarrollaron los Talleres Protegidos de Producción que otorgaron una suma mensual no remunerativa para personas con discapacidad y del cual participaron 8.246 beneficiarios.
En tanto, las Acciones de Entrenamiento para el Trabajo (5.042 personas) de prácticas calificantes para asistente, vendedor y administrativo fueron los más requeridos, en especial para el rubro de comercio.
En cuanto a la Formación Profesional y Orientación Laboral, durante 2023 el curso más requerido (48%) fue el de Informática y tecnología digital.
A estos aspectos se suma la articulación y capacitación junto con las fuentes de trabajo del sector privado para incorporar personas con discapacidad.
«Hay una diversidad muy grande de oferta, pero quienes generamos instancias de capacitación tenemos que dar un salto de calidad y acompañar desde esas propuestas las demandas que el mercado tiene», aseguró Galarraga.
Y agregó que esta «transformación» del trabajo de muchos talleres que incorporan personas con discapacidad para fabricar insumos -como bolsas de polipropileno o trapos de piso- debe «darnos la oportunidad de pensar un estadio superior».
Por este motivo, el funcionario destacó que los programas y acciones llevadas adelante implican un «incentivo económico por formación permanente» así como estrategias dirigidas al sector público y privado.
«Hay prejuicios y es necesario cambiar la mirada para que visualicen y piensen a las personas con discapacidad con roles, competencias y responsabilidades», aseguró Galarraga, y agregó que en términos de discapacidad «la particularidad es diversa y el desempeño profesional variado».
Juan Suárez (34) es uno de los ejemplos que, trabajando en el sector de Recursos Humanos de la empresa Ecofactory, decidió plantear a sus superiores la importancia de contratar a personas con discapacidad a raíz de una experiencia personal.
«Gran parte de mi trabajo es potenciar a los empleados y sacar una mejor versión de ellos, así como también trabajar en la adecuación inclusiva de los puestos de trabajo», contó Suárez a Télam y se remitió a una experiencia familiar como catalizadora de la inclusión laboral de personas con discapacidad.
Cuando su abuelo no vidente enviudó, Juan debió acompañarlo en diversas gestiones y trámites que le mostraron que «como sociedad estamos lejos de ser inclusivos».
Por ese motivo, y en conjunto con la Dirección de Discapacidad del Municipio de Vicente López, desde su empresa decidieron «implementar puestos de trabajo inclusivos» para que haya una «integración exitosa de personas con discapacidades en el ámbito laboral».
A su vez, el trabajador supervisa en sus tareas a Gabriel Schmidt (23) quien fue diagnosticado con retraso madurativo leve a los cinco años.
Antes de llegar a Ecofactory, el joven trabajó en las plataformas de entrega de comida e insumos y durante los últimos tres años asistió a varias entrevistas laborales, sin éxito.
Actualmente, trabaja en el área de confección gracias al programa de inclusión laboral del municipio: «Mi trabajo actual me da la posibilidad de independizarme económicamente; y comprarme las cosas que quiero», dijo Schmidt a esta agencia.
Ximena Caruso (45) tiene una discapacidad auditiva y desde hace más de veinte años trabaja en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) gracias al cupo del 4% destinado a personas con discapacidad.
La trabajadora destacó la «accesibilidad, contar con un buen equipo de trabajo y el compromiso de todos los miembros» para lograr la inclusión laboral.
«La comunicación y el trato con mis compañeros siempre fue muy buena, porque siempre me hablan de frente, modulando bien la boca y si algo yo no entiendo me lo dicen por escrito o me señalan el objeto», sostuvo.
Por su parte, Carolina Castro está a cargo de la Unidad de Inclusión Laboral de Andis y se refirió a la cuestión de la discriminación en la contratación de personas con discapacidad, que van desde «la inexperiencia de los organismos y empresas para asegurar la accesibilidad» hasta la «falta de ajustes razonables que les permitan desarrollarse plenamente en el entorno laboral».
Estas prácticas discriminatorias «generan brechas de desigualdad», destacó Castro.
A su vez, existen barreras que impiden el acceso al trabajo a las personas con discapacidad como las limitaciones en el transporte público o en los materiales de estudio, por ejemplo, al tener lenguajes técnicos difíciles de comprender o no contar con subtitulado.
«La inclusión laboral con perspectiva de discapacidad implica mucho más que el ingreso y la contratación de personas con discapacidad», aseguró la funcionaria, y remarcó la necesidad de que los trabajadores «alcancen el máximo desarrollo de su potencial».
Para ello, deben «gozar plenamente de sus derechos a trabajar en condiciones de igualdad, equiparación de oportunidades, con autonomía, seguridad y desarrollo de carrera», concluyó.