En el marco del Día de la Mujer, la ONU alertó sobre «el alcance y la magnitud de la discriminación contras las mujeres y las niñas»
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, denunció «la amenaza virulenta» de la discriminación y el racismo y criticó la violencia contra las mujeres, las personas LGTBI y otras minorías en el mundo, a un día de celebrarse el Día de la Mujer.
«La discriminación y el racismo son amenazas virulentas, tanto para la dignidad humana como para nuestras relaciones como seres humanos», advirtió Turk, en su primer discurso ante el Consejo de Derechos Humanos desde que llegó al cargo hace seis meses.
En la víspera del Día Internacional de la Mujer, Turk alertó sobre «el alcance y la magnitud de la discriminación contra las mujeres y las niñas», una de las «peores violaciones de los derechos humanos del mundo». Y denunció la situación en Afganistán, donde los talibanes privaron a las mujeres de la mayoría de sus derechos humanos, e Irán, donde los manifestantes reclaman más derechos para las mujeres, en muchos casos poniendo en peligro su vida.
En cuanto a avances en este ámbito, Turk citó los progresos en Sierra Leona y España. Las mujeres y las niñas no son las únicas víctimas de este «discurso del odio», añadió Turk. También sufren ataques «las personas con orígenes africanos, los judíos, los musulmanes, las personas LGTBI, los refugiados, los migrantes y muchas otras personas procedentes de grupos minoritarios».
El Alto Comisionado también puso de relieve la violencia policial en muchos países contra las personas de ascendencia africana, un «ejemplo de daño estructural profundamente arraigado en la discriminación racial». Y citó informes recientes sobre Francia, el Reino Unido, Irlanda y Australia, pero sobre todo Brasil, donde el número de personas blancas muertas a manos de la policía cayó 31% en 2021, pero el de personas de ascendencia africana aumentó un 6%.
Asimismo, el funcionario lamentó «las provocaciones deliberadas (…) que intentan abrir brechas entre las comunidades», como cuando recientemente activistas ultraderechistas profanaron ejemplares del Corán en Suecia. «Es muy peligroso», dijo.