Si queres evitar enfermedades, es momento de controlar la ira

 

¿Te enfureces cuando alguien te impide el paso mientras conduces? La ira es una emoción normal, e incluso sana, pero es importante afrontarla de forma positiva.

¿Te enfureces cuando alguien te impide el paso mientras conduces?, ¿se te dispara la presión cuando tu hijo se niega a colaborar? La ira es una emoción normal, e incluso sana, pero es importante afrontarla de forma positiva. La ira descontrolada puede afectar tanto tu salud como tus relaciones.

Al no controlar correctamente las reacciones corporales, sentimientos, lenguaje y reacciones derivadas de lo que sentimos, estamos encaminados a responder frente a ese enojo de manera agresiva y pasar de una leve molestia a una violencia desatada. Así lo refiere el psicólogo Alejandro Attoni al señalar que “cuando la persona no controla la ira, provoca efectos directos en el funcionamiento de su corazón, por eso también se considera que el estrés esta fuertemente ligado a enfermedades cardiovasculares”. Así, el experto destaca que al no controlar correctamente las emociones como la ira, no solo se ven afectadas las relaciones personales y sociales, sino que también se generan consecuencias negativas para la salud.

En síntesis, son más los problemas que trae la ira a la persona que no aprende a manejarla, que el bienestar que dice poder sentir al expresarla, según refieren los expertos.

¿Qué sucede realmente en el organismo cuando estamos enojados?

  • Aumento de la presión sanguínea, lo que con el tiempo puede provocar deterioro de las arterias.
  • Se eleva el pulso cardiaco y se genera taquicardia.
  • Aumenta la producción de sustancias químicas como la adrenalina, alterando así el equilibrio del cuerpo.
  • Produce contracturas, dolores musculares y jaquecas.
  • Aumenta el riesgo de padecer enfermedades como gastritis, colitis y dermatitis