Murió otro Niño wichí en Salta
“Me quedan siete hijitos”, dijo Nancy Choque, descalza y con un niño en brazos, a metros de donde vive, una casa de adobe y plástico. Tiene 33 años, y fue mamá por primera vez a los doce.
La familia de Nancy pertenece a la comunidad La Medialuna, asentada a 25 kilómetros del paraje de Dragones, en el municipio de Embarcación. Ella temporalmente ahora está en la comunidad Asamblea de Dios y sostiene un certificado de defunción entre sus dedos que explica cómo murió Brenda. “Broncoaspiración, gastroenteritis aguda infecciosa, trastorno metabólico, desnutrición”, se puede leer en ese papel.
Brenda, de dos años, falleció el 21 de abril como consecuencia de su desnutrición, “No teníamos para darle ni leche”, dice Nancy. No es la primera vez que Nancy tiene que lamentar la muerte de uno de sus hijos: ya en 2008, Fernando, otro de sus pequeños, murió también por problemas alimenticios.
“Brenda primero tuvo diarrea y vómitos. La llevaron al hospital y le dieron jarabe. Se puso bien con eso y después tuvo tos y fiebre. Después la mandaron a Orán y allí falleció”, contó Nancy. Dijo, además, que la pequeña ya no comía: “No teníamos para darle ni leche, porque no nos mandan”.
Nancy también contó que en el centro de salud de Dragones no los atienden como ellos quisieran: “cuando voy tengo que estar parada dos horas, decían que saque turno y que sin turno no iban a atender, pero yo no puedo sacar turno, tengo otra chiquita”.
El único ingreso de la familia son $3.000 del salario universal, pero según la joven no es suficiente: “no me alcanza para comprar abrigos, ni zapatillas, es para darle de comer a los chicos”. Agrega que no les da leche, porque no tiene y porque en el hospital tampoco le dan. “Me hace falta azúcar, harina, yo hago las tortillas para ellos. Yo les doy comida cuando tengo”, dice.