Se cumple un año del crimen de Cecilia Gisela Basaldúa
Se cumple hoy un año de la aparición del cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa (35) la joven mochilera bonaerense que viajó a Capilla del Monte y desapareció el 5 de abril de 2020.
Cecilia, fue sorprendida por el aislamiento obligatorio por la pandemia y se instaló en sus primeros días en Capilla del Monte en unas casita a orillas del río Calabalumba que consiguió a través de un conocida. Días después se mudó al jardín de la casa de Mario Gabriel Mainardi (un vecino de la zona), lugar donde estaba acampando. La última vez que habló con su familia, el sábado 4 de abril, Cecilia les contó que había conseguido ese lugar para vivir y que estaba contenta porque tenía vista al cerro.
Mainardi, un personaje polémico e influyente, fue el encargado de denunciar la desaparición de la joven mochilera y siempre fue apuntado por los padres de Cecilia como el autor material del femicidio de la joven. A mediados del año pasado, un audio difundido por Whatsapp de una mujer identificada como «María» involucraba a Mario Gabriel Mainardi y brindó detalles de las circunstancias de la muerte de Basaldúa. Sin embargo, la pista nunca se profundizó.
Cecilia Basaldúa, en los últimos cuatro años, recorrió Latinoamérica a dedo y con una mochila. Curiosa e inquieta, tenía planeado escribir un libro con sus crónicas de viaje y Capilla del Monte era el lugar para hacerlo. El 12 marzo, abrió una cuenta de Instagram con el objetivo de subir historias, reflexiones y recomendaciones de viaje. “Si gustan, pueden seguirme”, proponía al tiempo que emprendía un nuevo viaje con destino a Capilla del Monte.
Misterio
De acuerdo a los que consta en el expediente, Mario Gabriel Mainardi, denunció que la joven de 35 años abandonó el lugar en un supuesto “brote psicótico”, dejando en el lugar su celular, la computadora y el paño con las pulseras que vendía. Esta versión fue desacreditada por los Basaldúa, y no dudaron en apuntar a Mainardi como sospechoso. Primero porque Cecilia estaba en perfecto estado de salud y, segundo, porque el hombre se tomó tres días para notificar su desaparición.
Después de casi 20 días de búsqueda, con un mega operativo que incluyó perros y helicópteros, el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa, fue encontrado por un lugareño el 25 de abril del año pasado cerca del basural, mientras buscaba unos animales de su propiedad. Nunca se dieron a conocer los datos de la autopsia.
«El Perejil»
De buen estado físico, Cecilia era cinturón negro en Taekwondo y, durante su adolescencia practicó hockey sobre patines. Estaba acostumbrada a vivir en zonas inhóspitas y, aun cuando estuvo en el Amazonas, intentaba ponerse en contacto con los suyos.
Las únicas dos pruebas de que Cecilia salió de esa casa son la mochila que alguien dice que encontró en un lugar y una testigo que dice que le pidió un vaso de agua.
“Venimos planteando una línea que no se tuvo en cuenta, consideramos que hay personas que no fueron investigadas y que hay demoras en la causa”, aseguró Daniela Pavón, abogada de la familia.
El femicidio de Cecilia tiene como detenido a Lucas Bustos, imputado por la fiscal Paula Kelm de los delitos de «abuso sexual con acceso carnal y homicidio calificado por violencia de género y criminis causa”.
Según determinaron las pericias, la joven murió asfixiada y tenía signos de abuso. Pero por el tiempo que había pasado desde el femicidio hasta el hallazgo del cuerpo, no se pudo recuperar material genético.
«Nosotros tenemos una serie de elementos, además de la pericia de ADN, que nos permiten ubicar a este hombre en ese lugar. El ADN sería un elemento más, pero aún si esa pericia arroja resultado negativo tenemos otros indicios: en sede policial esta persona dio detalles que coinciden con datos que también arrojó la autopsia, tenía marcas compatibles con heridas defensivas y hallamos ropa con manchas de sangre, semen y pelos», enumeró Paula Kelm, la fiscal del caso, en diálogo con Clarín.
En todas las marchas los vecinos de Capilla del Monte pidieron la liberación de Bustos y señalándolo como un “perejil”. Es que esta supuesta confesión, realizada en sede policial, no fue ratificada en fiscalía. Bustos y su hermano denunciaron apremios ilegales y maltratos para «obligarlos a confesar», según relataron. Esa investigación fue archivada.
El audio de «María»
A mediados del año pasado, se difundió un audio vía Whatsapp, de una mujer identificada como «María». Llorando desesperadamente relata una escena en la que describe a Cecilia retenida contra su voluntad por tres hombres. Dos de ellos -dice- son policías de la Comisaría de Capilla del Monte y participaron de la búsqueda de Cecilia. El tercero sería el dueño de la casa en la que se estaban hospedando. Y mencionan a un cuarto: el dueño del campo en el que fue hallado el cuerpo.
“El relato del audio no es inverosímil. Son cosas que nosotros ya sabíamos y que algunas están plasmadas en el expediente. Esta reunión existió, fueron a la casa de Mainardi. Eso fue el sábado (4 de abril) a la noche, antes de la desaparición, que supuestamente -denunció este hombre- fue el domingo al mediodía”, explicó la letrada de la familia Basaldúa quienes señalan una y otra vez al dueño de la casa como el principal sospechoso, que se mudó a Rosario.