La nueva serie de Netflix “Madre sólo hay dos”
La serie muestra dos estilos de mamás muy diferentes, a las que les cambian los bebés al nacer.
La historia del cambio de bebés al nacer no es nueva, pero siempre hay una original manera de relatar las implicancias. En “Madre sólo hay dos”, se muestra el drama de la pérdida de identidad y la dificultad para generar vínculos, con toques de humor sobre la frescura y gracia de dos estilos totalmente opuestos de maternidad.
La nueva serie de Netflix, de factura mexicana, pasa entonces de la comedia a la tragedia sin escalas, y en un ida y vuelta constante. Con la interpretación de reconocidas actrices mexicanas, Ludwika Paleta junto a Paulina Goto y Martín Altomaro, y creada por Carolina Rivera, el nuevo envío de Netflix tiene todo para convertirse en éxito.
Madre solo hay dos se acaba de estrenar, y cuenta con 9 episodios de no más de 45 minutos: ni el formato termina de definir si se trata de una sit com o una novela. Mostrando que las diferencias no nos hacen mejores ni peores, la trama también bucea en las relaciones familiares disfuncionales.
Dos embarazadas, que llevan un ritmo de vida totalmente opuesta, ven sus vidas entrecruzadas para siempre por el destino. Una enfermera confunde a sus hijas en la nursery, pero unos meses más tarde intentan remediar la situación.
Como el lazo generado entre las mujeres y los bebés es difícil de cambiar a estas alturas, deciden convivir un tiempo para que las cuatro puedan acostumbrarse a su nueva situación. Las escenas más disparatadas remiten siempre a un problema serio y tratado con altura.
Divertida y sensible, Madre sólo hay dos promete entretenimiento de nivel para toda la familia. Una vez más, Netflix apuesta a la fusión de comedia y drama, que le viene dando muy buenos resultados.