La incorporación de camas de terapia intensiva fue clave para evitar la saturación
En el AMBA hoy están internados 911 pacientes con coronavirus, mientras que en diciembre de 2019 todo el sistema público bonaerense contaba con sólo 883 camas críticas.
Desde que comenzó la pandemia, el Ministerio de Salud bonaerense adquirió 1.000 nuevas camas de terapia intensiva y logró así un total de 2.158 plazas disponibles de este tipo destinada a pacientes graves, un equipamiento indispensable para fortalecer el sistema público sanitario y evitar su saturación. Esto permitió, por ejemplo, que la actual ocupación de 911 camas sólo en los municipios del AMBA sea apenas superior al número total de las 883 que había en toda la Provincia en diciembre del año pasado.
“Los hospitales de la provincia de Buenos Aires recibieron este año una inversión histórica en término de infraestructura en el marco de la pandemia, que vienen a desandar 4 años de desinversión y debilitamiento del sistema público sanitario, lo que fue una enorme decisión de nuestro gobernador Axel Kicillof y, entre otras cosas, permitió hacer frente a la enorme exigencia de la población bonaerense debido a esta epidemia mundial”, sostuvo la Subsecretaria Técnica, Legal y Administrativa de la cartera sanitaria, Victoria Anadon.
La funcionaria del gabinete conducido por Daniel Gollan, detalló que “en términos de camas adquirimos un total de 2.000; ya que fueron 1.000 de terapia intensiva y otras 1.000 destinadas a las terapias intermedias de los efectores sanitarios, lo cual significó una inversión de más de 300 millones de pesos; entre tantos otros insumos esenciales para fortalecer un sistema que pueda dar respuesta a todas la necesidades de los y las bonaerenses”.
Las medidas de aislamiento dispuestas dieron tiempo para realizar esta pronta dotación de camas en los hospitales provinciales y municipales e hicieron posible que los 527.320 casos de COVID-19 acumulados se distribuyeran a lo largo de ocho meses; lo que evitó que se concentraran como sucedió en otras partes del mundo, y garantizó una atención e internación adecuada.
Tal como lo anunció el titular de la cartera de Salud provincial, Daniel Gollan, desde que comenzaron los primeros casos de coronavirus en territorio bonaerense, se pusieron en marcha todas las estrategias sanitarias necesarias para lograr que a ninguno ni ninguna bonaerense le falte una cama de terapia intensiva en caso de ser necesario.
Para esto, estas 1.000 nuevas camas de internación de última tecnología, marca Stryker SV2, fueron entregadas en 49 municipios de la Provincia para que estuvieran disponibles en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) de 64 dependencias sanitarias públicas. La adquisición de este equipamiento imprescindible para los casos más graves fue a través de proveedores locales y de la Operación Shanghai, y para repartirlas se recorrieron 17.716 kilómetros del territorio bonaerense.
HOSPITALES EQUIPADOS Y DERIVACIÓN OPORTUNA
El hospital “Evita Pueblo” de Berazategui es uno de los establecimientos que aumentó cuatro veces el número sus camas críticas; pasó de tener 8 a 32 plazas en su UTI, totalmente equipadas con respiradores, equipos multiparamétricos, bombas de infusión, y monitoreo a distancia. “Para quienes tenemos muchos años en salud pública, sabemos que la inversión de la Provincia es inédita, así que seguimos trabajando preparados para seguir adelante los meses que viene”, sostuvo su director ejecutivo, Juan Marini.
Al mismo tiempo, destacó “la colaboración del municipio con el cual trabajamos a diario conectados con el centro de aislamiento para pacientes con poca sintomatología, y nos ocupamos de la referencia y contrarreferencia en forma permanente, lo que ha sido muy importante en esta etapa que nos ha aliviado ligeramente el uso de estas camas UTI”. Asimismo insistió en que “hay que apelar a la responsabilidad individual porque de eso depende el futuro de todos”.
Respecto a la articulación para la derivación de pacientes, el Sistema Provincial de Gestión de Camas es una herramienta que por primera vez se puso en marcha en la Provincia para optimizar el uso de camas críticas y agilizar el traslado en territorio bonaerense, con lo que se evita la saturación del sistema. Con la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC) se propuso que cada vecino que necesite ser internado lo sea, y se articula con el SAME y con los sistemas de ambulancia y UTIs que están en red.
El aumento de la dotación de camas UTI de adultos en los efectores públicos bonaerenses ha sido una de las medidas prioritarias del Gobierno de Kicillof, por eso en la actualidad, la Provincia dispone de un total de 2.158 camas de cuidados intensivos de adultos en hospitales públicos, de los cuales 946 pertenecen a los hospitales dependientes del Ministerio de Salud bonaerense. Mientras que 1.524 corresponden a los municipios que integran la región del AMBA, uno de los epicentros con CABA de la pandemia dónde, de manera lenta pero paulatina, se vienen reduciendo los casos.
Otro hospital del conurbano que fue reforzado durante la contingencia por COVID-19 fue el “Evita” de Lanús que, según informó su director ejecutivo, Javier Maroni, “recibimos por parte del Ministerio de Salud de la Provincia 31 camas de última generación marca Stryker, por lo que contamos con alrededor de 230 plazas totales para poder recibir pacientes durante la pandemia”.
El incremento de la capacidad de las terapias intensivas de la Provincia forma parte de la estrategia de fortalecimiento del sistema sanitario puesto en marcha frente a la emergencia por COVID-19, y se suma a las diferentes líneas de acción desarrolladas por la gestión del Ministro Gollan y su equipo. Las mismas, que serán actualizadas en informes comunicacionales, incluirán medidas tomadas respecto a insumos, personal, infraestructura, testeos, Red de Laboratorios, Detectar, hospitales modulares, Centros de Aislamiento, Operación Shanghai, línea 148, App de Autoevaluación, Telemedicina, Salud Mental, protocolos, plasma de convaleciente, entre otras gestiones adoptadas durante este contexto sanitario particular e inédito.