A 31 años del secuestro de Clutterbuck, confirman la condena de un ex policía
El alto directivo de la empresa Alpagatas fue secuestrado el 16 de octubre de 1988 y nunca se supo nada más de él ni fue hallado su cuerpo.
La Cámara Federal porteña confirmó la condena a 15 años de prisión a un ex policía federal por el secuestro del empresario Rodolfo Clutterbuck, cometido hace 31 años, cuando integraba la denominada «banda de los comisarios», responsable también del secuestro del ex presidente Mauricio Macri, en 1991.
Se trata del ex policía Miguel Ángel «Jopo» Ramírez (77), quien en 2018 recibió una pena única de 25 años de prisión por el secuestro de Clutterbuck y de Macri, aunque está libre desde 2006 y tiene la posibilidad de seguir apelando su condena hasta que sea confirmada por la Corte Suprema de Justicia.
Clutterbuck, un alto directivo de la empresa Alpagatas, fue secuestrado el 16 de octubre de 1988 y, casi 31 años y medio después, nunca se supo nada más de él ni fue hallado su cuerpo.
Ahora, los integrantes de la Sala I de la Cámara Federal dejaron firme la condena al ex policía «Jopo» Ramírez, impuesta en primera instancia por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, al rechazar una apelación de la defensa, que pidió la prescripción del delito a 31 años de cometido y requirió la nulidad de una pericia realizada sobre su voz al momento del secuestro debido a que no pudo repetirse porque se perdieron las cintas originales.
En el fallo, al que accedió Télam, los camaristas Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia advirtieron sobre «el particular contexto» en que se ordenó la pericia sobre la voz de Ramirez, «en el marco de perpetración de un delito cuya característica central es la continuidad en el tiempo y, especialmente en el caso, la ausencia de rastro alguno respecto de la suerte que habría corrido la víctima».
«La diligencia estaba dirigida, por consiguiente, a asegurar el éxito de la
investigación mediante la obtención de información de interés vinculada al paradero» de Clutterbuck», lo que «hasta el día de hoy» no se logró», destacaron los magistrados.
Ante el cuestionamiento de la defensa sobre la legalidad de ese peritaje, los jueces analizaron que «la interceptación de comunicaciones constituye una manifestación concreta de la coertio estatal, de carácter real, que como tal exige extrema cautela del órgano facultado para su disposición por la entidad de los valores constitucionales que se encuentran en juego».
Aunque consideraron que «el equilibrio entre la afectación al derecho a la privacidad e intimidad de los ciudadanos en sus comunicaciones, por un lado, y la necesidad de despejar dudas o sospechas en torno a un supuesto hecho ilícito, por el otro- sin perjuicio de que quedará sujeta a la prudencia de los magistrados-, necesariamente deberá encontrar sustento en una base objetivamente razonable y proporcional».
Los jueces dieron por probado que Ramírez participó en los llamados extorsivos que recibió la familia Clutterbuck a partir de un peritaje comparativo de voces hecho por expertos de Gendarmería Nacional, cuya validez fue ratificada pese a la pérdida de los casetes usados.
Por tal motivo, al rechazar el planteo de nulidad de esa prueba y también el pedido de prescripción, los camaristas dejaron firme la pena impuesta al ex comisario.
Ramírez está libre desde febrero de 2006, cuando fue excarcelado bajo caución juratoria.
El ex suboficial de la federal era el único condenado que permanecía en prisión por los secuestros de Clutterbuck y Macri, ya que el resto de los integrantes de la banda ya estaban libre o habían muerto.
El ex policía integró una organización que, según pudo comprobar la Justicia, secuestró a otros cinco empresarios entre 1978 y 1991: Karina Werthein, Roberto Apstein, Julio Dudoc, Sergio Meller y Macri, por quienes obtuvo 12.500.000 dólares de rescate.
Clutterbuck, director de la textil Alpargatas y del Banco Francés, fue privado de su libertad entre las 9.30 y 10 del 16 de octubre de 1988, cuando llegaba a la puerta del Golf Club San Andrés, del partido bonaerense de San Martín.
A pesar de que la familia recibió pedidos de rescate de entre 500.000 y 2.000.000 de dólares, el empresario jamás apareció y se hicieron numerosos operativos en busca de sus restos, que no fueron hallados.
Si bien la investigación estuvo varios años estancada, en 1991, durante un operativo, se encontró una máquina de escribir Olivetti en la agencia de seguridad perteneciente a uno de los líderes de la banda.
En base a pericias, se comprobó que con esa máquina se habían escrito los mensajes extorsivos que había recibido la familia Clutterbuck mientras el empresario estaba en cautiverio y esa se convirtió en una de las pruebas más contundentes contra los delincuentes.
Además de Ramírez, la banda estaba integrada por Juan Carlos Bayarri, José Amhed, Raúl González, Héctor Ferrer, Ramón Avalos y Carlos Benito.
En junio de 2004, Bayarri y Benito consiguieron la libertad porque la Cámara federal dio por probado que confesaron su participación en el secuestro de Macri luego de haber sido sometidos a torturas.
El resto logró una rebaja de sus condenas y fue saliendo de la cárcel.