Los atletas del Cottolengo siguen haciendo historia
El Grupo Aeróbico del Cottolengo de Claypole sigue en movimiento y sus dos embajadores, Federico Argüello y Nicomedes Aranda, volvieron a cumplir el sueño de participar en las competencias de atletismo más exigentes junto a los profesores Claudio Montero y Matías López.
Gracias a las donaciones que realizaron distintas personas y empresas, estos atletas lograron completar la exigente competencia que tenía tramos de 10, 25 y 42 kilómetros en la categoría maratón, con un tiempo global de nueve horas y media en modalidad “sin parar”.
Todo comenzó a las 7 de la mañana del 16 de marzo, cuando cruzaron la línea de largada. La temperatura era de 2 grados centígrados y luego iría subiendo hasta alcanzar un promedio de 5 grados.
A escasos 400 metros, comenzaron un ascenso de 6 kilómetros -que los llevó a una altura de 700 metros sobre el nivel del mar- y luego una bajada de 3 kilómetros de piedra laja, lo cual hace muy difícil el trayecto por el peligro que implican las lajas patinosas o desprendidas.
La siguiente etapa fue por una turba, es decir, una zona pantanosa con musgo y barro que los llevó al siguiente ascenso de 3 kilómetros, a través del cual llegaron a los 800 metros sobre el nivel del mar, a la altura de la base del glaciar Martial.
Alcanzaron la línea de llegada poco después de las cuatro de la tarde, realmente agotados por las subidas y bajadas, pero felices por haber alcanzado nuevamente la meta.
Al final del evento, los atletas Nico y Fede recibieron un trofeo como reconocimiento por haber sido las primeras personas con discapacidad intelectual que completaron la maratón más austral del mundo.