Venta de combustibles cayó 6,5% en noviembre por presión inflacionaria

La demanda de combustibles en Argentina sufrió una retracción interanual del 6,5% durante noviembre de 2025, impulsada por el fuerte desplome del gasoil y el ajuste presupuestario de las familias.

El mercado de hidrocarburos en Argentina enfrenta un escenario de marcado enfriamiento. Durante el mes de noviembre de 2025, las ventas de combustibles al público registraron una caída del 6,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta tendencia, reflejada en el último informe de la industria, expone el impacto directo de los incrementos de precios sobre el consumo discrecional de los hogares y la actividad del sector productivo. Con un volumen total de 1.376.311 m³ comercializados, la cifra marca un retroceso significativo frente a los 1.472.085 m³ obtenidos en noviembre de 2024, consolidando un esquema de retracción que afecta a casi todo el territorio nacional.

El desplome del gasoil y la parálisis productiva

Uno de los datos más alarmantes del informe sectorial es la profundidad de la caída en el segmento del gasoil. El gasoil Grado 2, insumo vital para el transporte de carga y la maquinaria agrícola, experimentó un desplome interanual del 18,63%. Esta cifra no solo representa una baja en el surtidor, sino que funciona como un termómetro de la actividad económica real: la menor demanda de este combustible suele estar intrínsecamente ligada a una desaceleración en el movimiento de mercaderías y en las labores del campo.

Por su parte, la nafta súper, el producto de mayor consumo masivo, mostró una baja más moderada del 3,42%. Resulta curioso observar que, a pesar del contexto de crisis, los combustibles Premium mantuvieron una estabilidad inusual. La nafta de mayor octanaje subió un leve 1,08%, mientras que el gasoil de Grado 3 creció un 0,5%. Este comportamiento sugiere una segmentación del mercado donde los sectores de mayor poder adquisitivo no han modificado sustancialmente sus hábitos, a diferencia de los usuarios de productos estándar.

Mapa federal: Formosa como única excepción

El análisis geográfico de la demanda revela una crisis transversal que afecta a casi todas las provincias argentinas. De las 24 jurisdicciones relevadas, únicamente Formosa logró cerrar el mes en terreno positivo, con un crecimiento marginal del 1,1% en la demanda interanual. El resto del país operó bajo el signo de la caída.

Las provincias que encabezaron el ranking de retracción fueron:

  • Córdoba: -13,72%

  • Santa Cruz: -12,22%

  • Jujuy: -11,31%

La situación en Córdoba es particularmente preocupante debido a su peso en el Producto Bruto Interno (PBI) nacional y su perfil agroindustrial. Una caída de dos dígitos en esta provincia confirma que la presión sobre el presupuesto familiar y los costos logísticos está forzando un ajuste severo en la movilidad.

El escenario corporativo: Gulf a contracorriente

En el plano empresarial, el panorama de noviembre fue igualmente desafiante. La mayoría de las petroleras que operan en el mercado local registraron números rojos en sus ventas. Sin embargo, hubo una excepción notable: la compañía Gulf, que logró incrementar sus comercializaciones un 14,61% respecto a noviembre de 2024. Este crecimiento aislado podría explicarse por estrategias agresivas de precios o la expansión de su red de estaciones de servicio, desmarcándose de la tendencia general de sus competidores.

La comparación mensual también arroja datos negativos. Respecto a octubre de 2025, la baja en las ventas de combustibles fue del 1,67%. Si bien se debe considerar que noviembre tiene un día menos que el mes precedente, la caída ajustada sigue demostrando que no existe, por el momento, un piso sólido que detenga la erosión del consumo.

Conclusión: un horizonte condicionado por el precio

Los datos del cierre de año confirman que la venta de combustibles se ha convertido en una variable de ajuste crítica para la economía argentina. Mientras el presupuesto familiar se vea exigido por la inflación y los costos de los servicios, el consumo de naftas y gasoil continuará bajo presión. El desafío para el sector hacia 2026 será encontrar un equilibrio entre la actualización de precios necesaria para las petroleras y la capacidad de pago de un mercado interno que empieza a dar señales de agotamiento estructural.