El deterioro salarial en el Instituto Balseiro pone en riesgo siete décadas de excelencia científica
Docentes e investigadores del prestigioso Instituto Balseiro advierten sobre una pérdida acelerada de profesionales experimentados debido al ajuste presupuestario, amenazando la continuidad de la formación en física e ingeniería nuclear.
El Instituto Balseiro (IB), pilar fundamental del desarrollo tecnológico y científico argentino, atraviesa una de las crisis más profundas desde su fundación en 1955. El Colegio de Profesores Permanentes de la institución ha emitido una señal de alarma ante lo que definen como un «cientificidio»: un proceso de desfinanciamiento y deterioro salarial que está provocando un éxodo de docentes sin precedentes, poniendo en jaque la supervivencia de este centro de excelencia internacional ubicado en Bariloche.
Un circuito académico que comienza a resquebrajarse
La estructura del Balseiro se basa en un modelo de enseñanza único en la región, donde los docentes son, al mismo tiempo, investigadores activos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el CONICET o la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). Este sistema permite que los aproximadamente 130 egresados anuales —entre carreras de grado como Ingeniería Nuclear y Física, y posgrados de alta complejidad— se formen en la frontera del conocimiento.
Históricamente, el instituto mantenía un recambio natural de entre el 6% y el 8% de su personal docente joven. Sin embargo, la situación actual ha disparado las desvinculaciones a niveles que oscilan entre el 10% y el 20%. Lo más grave es que esta pérdida ya no afecta solo a los cargos iniciales, sino a profesores con 15 o 25 años de trayectoria. «Estamos perdiendo la capacidad de dictar incluso los cursos básicos», advirtieron los académicos en una carta dirigida a la Asociación Física Argentina.
Causas de una crisis sistémica
El diagnóstico de los profesionales es contundente. El ataque a la ciencia se manifiesta en múltiples frentes que empujan a los expertos fuera del sistema académico y del país:
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Salarios no competitivos: Los haberes actuales resultan insuficientes para cubrir necesidades básicas como alquiler y manutención familiar en una ciudad con el costo de vida de Bariloche.
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Incertidumbre previsional: Jubilaciones anticipadas motivadas por el temor a cambios normativos que afecten los derechos adquiridos.
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Restricciones presupuestarias: Limitaciones para la investigación y la extensión de la actividad docente, lo que frustra el desarrollo de proyectos estratégicos.
El impacto en la soberanía tecnológica
La desaparición o el debilitamiento del Balseiro no es solo una pérdida académica; es un atentado al futuro industrial de la Argentina. El instituto es el principal semillero de recursos humanos para proyectos de medicina nuclear, reactores, tecnología aeroespacial y telecomunicaciones. La «pérdida de una generación», como advirtió el exdirector Carlos Balseiro, implica un retroceso de décadas en áreas donde el país es líder mundial.
Paradójicamente, muchos de los profesionales que abandonan la institución son absorbidos por empresas privadas o proyectos internacionales, pero sin el compromiso de sostener la formación de nuevos cuadros. Esta ruptura de la cadena de formación de formadores genera un vacío que, según los expertos, será extremadamente difícil y costoso de recuperar en el futuro.
Un llamado a la urgencia
La comunidad científica insiste en que no existe país desarrollado que no se apoye en la creación de conocimiento propio. El riesgo inminente es que Argentina pase de ser un actor relevante en los foros internacionales de tecnología a un mero «espectador» de las decisiones globales.
La continuidad del Instituto Balseiro depende hoy de una decisión política que revierta el deterioro salarial y garantice las condiciones mínimas para que los científicos más brillantes del país elijan quedarse. Sin medidas urgentes, el «cientificidio» podría terminar con 70 años de historia y excelencia en el próximo ciclo lectivo.
