Navidad 2025: la crisis del consumo golpea al 60% de los argentinos que no comprará regalos
Un informe de Giacobbe & Asociados revela que el impacto económico redefine las Fiestas. Casi seis de cada diez encuestados evitarán gastos en obsequios, mientras que el endeudamiento se vuelve el principal temor de los hogares.
La celebración de la Navidad 2025 en Argentina estará marcada por la austeridad y un cambio drástico en las prioridades de los hogares. Según el último informe «Especial Fiestas» elaborado por la consultora Giacobbe & Asociados, el 58,8% de los argentinos afirmó que no comprará regalos este año. El dato refleja una caída estrepitosa del consumo minorista y una adaptación forzada de las familias ante la pérdida del poder adquisitivo.
El estudio, realizado a mediados de diciembre, expone un escenario de retracción generalizada. Además de quienes han decidido cancelar por completo las compras de obsequios, un 17,3% de los consultados manifestó que comprará menos que el año pasado. Sumados, ambos grupos representan a más del 76% de la población con expectativas de gasto negativas, dejando solo a un ínfimo 8,7% con planes de incrementar su consumo respecto a la Navidad anterior.
El fin del consumo aspiracional: «Gastar lo justo»
El informe dirigido por Jorge Giacobbe detecta una transformación en los hábitos sociales. La tendencia para este cierre de año es la eliminación de viajes o salidas de alto costo, reemplazándolos por reuniones familiares más íntimas y modestas. La consigna dominante entre los encuestados es evitar el endeudamiento a toda costa, priorizando la compra de productos básicos para la cena de Nochebuena por sobre los bienes durables o artículos de lujo.
A diferencia de otros ciclos económicos, la preocupación por la estabilidad financiera personal ha llevado a los consumidores a enfocarse exclusivamente en lo esencial: alimentos, celebraciones en el hogar y, en los casos que aún es posible, regalos básicos para el círculo familiar más estrecho.
Factores de descontento: economía y duelo
Si bien la situación económica es señalada por el 28,6% de los encuestados como el principal factor que afecta negativamente las celebraciones de fin de año, el informe arroja un dato social profundo: el principal motivo de tristeza o descontento durante las Fiestas sigue vinculado a los duelos y las ausencias de seres queridos.
No obstante, la coyuntura financiera actúa como un agravante que impide las distracciones típicas de la época. La imposibilidad de acceder a los tradicionales consumos navideños genera una sensación de estancamiento que atraviesa a todas las franjas etarias y regiones del país, desde las comunas porteñas hasta las provincias del interior.
Un muestreo federal de la crisis
El relevamiento de Giacobbe & Asociados se realizó mediante un muestreo ajustado por cuotas de género, edad, nivel educativo e ingresos, garantizando una representación federal. Los resultados muestran que la fatiga económica no distingue grandes centros urbanos de zonas rurales; el ajuste en el presupuesto navideño es una realidad nacional.
Para los comerciantes, las cifras son alarmantes. En un país donde las ventas de diciembre suelen representar el pico de facturación anual, el hecho de que casi seis de cada diez ciudadanos se retiren del mercado de regalos anticipa un cierre de año crítico para el sector retail. La Navidad 2025 quedará registrada así como una de las más austeras de la historia reciente, donde el espíritu festivo se ha visto condicionado por el rigor de las planillas de gastos.
