Comportamiento canino: qué revela que tu perro se acueste debajo de la mesa y cuándo es señal de alarma
Que un perro se eche bajo la mesa suele ser una búsqueda de seguridad y cercanía con la "manada"; sin embargo, puede indicar miedo, ansiedad o malestar que requiere atención veterinaria.
La mesa como refugio: interpretaciones de un comportamiento frecuente
Los perros, considerados los mejores amigos del hombre, comunican constantemente su estado de ánimo y sus necesidades a través de sus actitudes. Entre los comportamientos frecuentes, uno de los más comunes y llamativos es cuando el animal decide echarse debajo de la mesa, especialmente mientras la familia está comiendo.
Si bien a primera vista este gesto puede parecer inofensivo o incluso tierno, tiene diversas interpretaciones y, en algunos casos, no siempre son positivas. Es crucial entender el comportamiento canino para garantizar su bienestar emocional y físico.
Seguridad y pertenencia: la guarida de la “manada”
En la gran mayoría de los casos, cuando un perro se acuesta debajo de la mesa, la actitud está vinculada a su necesidad instintiva de sentirse en un lugar cómodo y seguro.
La estructura de una mesa funciona como una especie de guarida para los canes, gracias a sus características de lugar delimitado, protegido y, al mismo tiempo, cercano a su «manada» humana. Al ser animales sociales, estar en las cercanías a sus tutores les brinda una profunda sensación de pertenencia, tranquilidad y contención.
Este rincón de la casa también puede funcionar como una especie de refugio ante estímulos negativos o estresantes que le generan incomodidad, tales como:
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Ruidos fuertes (truenos, fuegos artificiales).
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Visitas desconocidas o inesperadas.
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Discusiones familiares o tensiones en el hogar.
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El movimiento constante y caótico dentro de la casa.
El riesgo del hábito no deseable
Además de la búsqueda de protección, este comportamiento también puede responder a una motivación menos positiva: la expectativa de recibir un sobrante de comida por parte de los humanos que están almorzando o cenando.
Si el perro ha sido recompensado previamente con alimentos mientras estaba bajo la mesa, esto se puede volver un hábito no deseable. En este caso, es preciso trabajar en la educación del animal para evitar que este espacio se asocie con premios o alimentos. Esto no solo ayuda a corregir el comportamiento, sino que también evita que el perro se acostumbre a molestar a los comensales.
Cuándo el refugio se convierte en señal de alarma
Si bien la búsqueda de refugio es natural, la actitud de esconderse debajo de la mesa puede ser una señal de alerta cuando se vuelve persistente y se acompaña de otros signos.
Cuando esta conducta es constante y recurrente, puede estar relacionada con el miedo crónico, la ansiedad o incluso el malestar físico. Si el perro intenta constantemente huir o esconderse, es momento de prestar mayor atención. En caso de que este patrón se vuelva incontrolable o se manifieste junto con signos de nerviosismo o dolor, es preciso visitar a un veterinario o un etólogo canino.
Signos que evidencian ansiedad en el perro
Para saber si la conducta debajo de la mesa esconde algo más que una búsqueda de comodidad, es clave observar si el perro manifiesta otros signos físicos que evidencian ansiedad:
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Jadeo excesivo.
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Temblores o rigidez corporal.
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Babeo y lamido constante de sus labios.
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Pupilas dilatadas.
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Postura rígida o encorvada, orejas hacia atrás o cola entre las patas.
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Pérdida de pelo en zonas puntuales de su cuerpo.
Observar todas estas cuestiones es clave para mejorar la convivencia con nuestros compañeros caninos y darles una mejor calidad de vida. Crear un ambiente seguro, predecible y sin estímulos estresantes es fundamental para que el animal se sienta a gusto y disfrute plenamente de nuestra compañía.
