Por qué los perros aman morder tus zapatos: la razón emocional detrás de la travesura
Los perros poseen un sentido del olfato superior que utilizan para su bienestar, y por ello, el calzado es un blanco predilecto. Más allá de la simple travesura, cuando un canino muerde tus zapatos, lo que realmente busca es la seguridad y cercanía emocional que le brinda tu aroma.
El irresistible atractivo de tu calzado
Es un hecho conocido por todos los dueños de mascotas: los perros disfrutan mordisquear prácticamente cualquier objeto a su alcance, desde los juguetes específicos hasta trapos, cobijas, e incluso piezas de mobiliario. Por esta razón, resulta esencial establecer límites claros desde que son cachorros, mediante un entrenamiento que refuerce el uso de juguetes apropiados y les ayude a canalizar su energía de forma constructiva.
Sin embargo, en este inventario de objetos susceptibles de ser mordidos, hay uno que posee un atractivo particular, incluso superior a sus juguetes nuevos: los zapatos. Este comportamiento es notablemente común en los cachorros, quienes aprovechan cualquier descuido para llevarse el calzado a la boca.
Pero la preferencia por este objeto no se limita a una simple travesura o el deseo de masticar. Existe una razón emocional profunda detrás de por qué los perros aman morder tus zapatos.
El olfato, la conexión y la seguridad
La explicación principal de este comportamiento reside en el sentido del olfato del perro, que es sumamente desarrollado. Los canes utilizan el aroma no solo para reconocer el entorno, sino también para conectar y generar sensación de seguridad.
Cuando un perro, especialmente un cachorro, toma tu calzado, está buscando tu olor. Este aroma personal es el que asocian directamente con su figura de guía, protección y, por extensión, con su hogar. Por lo tanto, morder, masticar o incluso acurrucarse con tus zapatos les ofrece una fuente de tranquilidad y cercanía emocional, actuando como un sustituto o consuelo cuando no estás presente. Es, en esencia, un intento de sentirse acompañado por su mejor amigo.
Cómo manejar esta conducta sin castigos
Es completamente entendible que esta conducta sea frustrante, especialmente si la víctima ha sido un par de zapatos de valor. No obstante, los expertos en comportamiento canino coinciden en que el regaño o el castigo no son la mejor opción para corregir el hábito de morder.
Castigar al perro por morder un zapato solo generará miedo, estrés y confusión en la mascota, lo que podría dañar el vínculo de confianza y la relación afectiva que tiene contigo.
En su lugar, la recomendación se centra en el refuerzo positivo y el redireccionamiento de la conducta:
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Mantén la calma: Evita gritos o reacciones exageradas.
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Retira y reemplaza: Quita el zapato de manera tranquila en el momento exacto en que lo toma y, de inmediato, reemplázalo con uno de sus juguetes permitidos.
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Refuerzo positivo: Si tu perro acepta el juguete apropiado y comienza a jugar con él, refuérzalo positivamente. Esto incluye darle una caricia, hablarle con un tono de voz alegre o premiarlo con una golosina.
A través de esta metodología consistente, el perro aprenderá progresivamente a distinguir qué objetos son apropiados para morder y cuáles no. Lo más importante es que esta distinción se establecerá motivada por la guía afectuosa y el cariño de su dueño, reforzando la relación de manera positiva.
