Nuevo juicio por la muerte de Maradona: ratifican fecha y bajan testigos

Tras la anulación por el escándalo de la ex jueza Makintach, el Tribunal N°7 fijó el inicio para marzo de 2026. Habrá recorte de testigos y rechazo a nulidades.

El largo y sinuoso camino hacia la verdad judicial sobre el fallecimiento del máximo ídolo popular argentino tiene, finalmente, un nuevo cronograma oficial. El Tribunal Oral en lo Criminal N°7 de San Isidro ha ratificado que el nuevo juicio por la muerte de Maradona comenzará el 17 de marzo de 2026. La decisión surge tras una audiencia preliminar clave, donde no solo se fijó la fecha de inicio, sino que se redefinieron las reglas del juego procesal tras el escándalo institucional que obligó a anular el proceso anterior en mayo pasado.

En una sala de los Tribunales de la calle Ituzaingó, bajo la atenta mirada de Dalma, Gianinna y Jana Maradona, los nuevos magistrados a cargo —Alberto Ortolani, Alberto Gaig y Pablo Rolón— delinearon cómo será este segundo intento de juzgar a los profesionales de la salud imputados. La jornada estuvo marcada por el rechazo a los planteos dilatorios de la defensa y un acuerdo sustancial para reducir la lista de testigos, buscando evitar que el debate se extienda indefinidamente como amenazaba ocurrir en la instancia fallida anterior.

Un proceso depurado tras el escándalo

La necesidad de este nuevo juicio por la muerte de Maradona responde a una irregularidad grave que sacudió los cimientos del fuero penal de San Isidro. El proceso original quedó viciado de nulidad debido a la conducta de la ex jueza Julieta Makintach, quien fue apartada y posteriormente destituida por su participación en un documental clandestino sobre el caso y otras irregularidades funcionales.

Con el objetivo de sanear el expediente y garantizar el debido proceso, el Tribunal N°7 tomó las riendas con firmeza durante la audiencia preliminar de este martes. Los jueces desestimaron los nuevos pedidos de nulidad presentados por las defensas técnicas. En concreto, Francisco Oneto, abogado del neurocirujano Leopoldo Luque, y Vadim Mischanchuk, defensor de la psiquiatra Agustina Cosachov, intentaron frenar nuevamente el avance del debate oral, argumentando vicios procesales. Sin embargo, los magistrados Ortolani, Gaig y Rolón rechazaron los recursos in limine, despejando el camino hacia el debate oral y público de 2026.

Recorte de testigos y dinámica de las audiencias

Uno de los puntos más relevantes del acuerdo alcanzado entre la querella, la fiscalía y las defensas es la racionalización de la prueba testimonial. En el proceso anterior se barajaban listas que superaban los 200 testigos, lo que hacía prever un juicio de duración inabarcable. Para esta nueva etapa, se consensuó una reducción significativa.

Serán 120 las personas citadas a declarar ante el estrado. La distribución de estos testimonios refleja la carga de la prueba:

  • 90 testigos serán convocados por la parte acusadora (fiscalía y querella de la familia).

  • 30 testigos corresponderán a la estrategia de la defensa de los imputados.

Esta decisión busca centrar el debate en los hechos médicos y circunstanciales más relevantes de los últimos días de Diego Armando Maradona, evitando declaraciones redundantes o periféricas. Además, se estableció un cronograma intensivo: las audiencias se desarrollarán tres veces por semana —martes, miércoles y jueves— en el horario de 10 a 17 horas, lo que promete un ritmo vertiginoso una vez que se dé el martillazo inicial en marzo de 2026.

Los siete imputados y la calificación penal

Cuando se inicie el nuevo juicio por la muerte de Maradona, en el banquillo de los acusados se sentarán siete profesionales de la salud, señalados por la fiscalía como los responsables del «equipo médico» que debía velar por la vida del astro tras su operación por un hematoma subdural.

La lista de imputados incluye a:

  1. Leopoldo Luque: Neurocirujano y médico de cabecera.

  2. Agustina Cosachov: Psiquiatra.

  3. Carlos Díaz: Psicólogo.

  4. Nancy Forlini: Coordinadora de la gerencia de cuidados domiciliarios de Swiss Medical.

  5. Mariano Perroni: Coordinador de enfermeros de la empresa Medidom.

  6. Ricardo Almirón: Enfermero del turno noche/madrugada.

  7. Pedro Di Spagna: Médico clínico contratado para el seguimiento.

Todos ellos enfrentan la acusación de «homicidio simple con dolo eventual». Esta figura penal es compleja y grave: implica que los acusados se representaron que su accionar (o sus omisiones) podía llevar a la muerte del paciente y, pese a ello, no hicieron nada para evitarlo, mostrando indiferencia ante el resultado fatal.

La pena en juego

La calificación legal no es un detalle menor. A diferencia del homicidio culposo (mala praxis por negligencia o impericia), que tiene penas excarcelables o menores, el homicidio con dolo eventual prevé una condena de 8 a 25 años de prisión. Es la misma escala penal que se aplica a quien mata con intención directa.

Para la fiscalía, la internación domiciliaria en la casa de Tigre fue «deficitaria, temeraria e improvisada», y los profesionales ignoraron las señales de alarma que indicaban el deterioro progresivo de la salud de Maradona, quien falleció el 25 de noviembre de 2020 por una insuficiencia cardíaca aguda que generó un edema de pulmón.

La presencia de la familia

La asistencia de Dalma, Gianinna y Jana Maradona a la audiencia preliminar ratifica el rol activo que las hijas del «Diez» mantendrán en el proceso. A pesar del desgaste emocional que implicó la anulación del juicio anterior y la espera de más de cinco años (para cuando inicie el debate) desde la muerte de su padre, la querella se mantiene unida en el pedido de justicia y condena efectiva para los responsables.

El nuevo juicio por la muerte de Maradona no será solo un evento jurídico, sino un hito social que volverá a poner en discusión los límites de la ética médica y la responsabilidad profesional en el cuidado de pacientes vulnerables, cerrando —o abriendo nuevas— heridas en la historia reciente de Argentina.