Salario mínimo: el Gobierno definirá por decreto un nuevo monto tras el fracaso de las negociaciones
El Consejo del Salario no logró un acuerdo sobre el salario mínimo tras la reunión de esta mañana, donde la CGT y las CTA propusieron aumentos superiores a la inflación, mientras que los empresarios solo ofrecieron un incremento de $4.000. La definición, una vez más, recaerá en el Ejecutivo.
El Consejo del Salario fracasó y el Gobierno establecerá el Salario Mínimo Vital y Móvil por decreto
Esta mañana, en una nueva sesión marcada por la tensión y la falta de consenso, el Consejo del Salario, integrado por las centrales sindicales (CGT y CTA), las cámaras empresariales y el Gobierno, no pudo arribar a un acuerdo sobre la actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), actualmente fijado en $322.000. ¿Qué se discutió, quiénes participaron y cuándo se tomará la decisión final? Ante la disparidad de las propuestas, que van desde un incremento de apenas $4.000 hasta valores que duplican el monto actual, la responsabilidad de fijar el nuevo SMVM recayó nuevamente en el Poder Ejecutivo Nacional, que deberá laudar por decreto en los próximos días.
Disparidad de propuestas: la distancia entre sindicatos y empresarios
Las posturas presentadas por los distintos actores reflejaron la profunda crisis económica y el deterioro del poder adquisitivo. Las tres centrales sindicales impulsaron propuestas que buscan recuperar el valor real del salario mínimo frente a la inflación acumulada.
La Confederación General del Trabajo (CGT) fue la primera en exponer su planteo, proponiendo llevar el SMVM a $512.000 para el mes de noviembre, con un cronograma de aumentos graduales que culminarían en $553.000 para abril de 2026.
Por su parte, la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA Autónoma) recordó el valor de referencia de $644.000 que las tres centrales habían acordado en abril como piso. En línea con esa base, reclamaron una actualización progresiva que ubique el salario mínimo en $736.000 en noviembre. El argumento central de la CTA es que la suba debe ser sistemáticamente superior a la inflación para alcanzar, al menos, el valor de la Canasta Básica Total (CBT), la cual marca la línea de pobreza.
La oferta empresaria: un incremento «irrisorio»
La propuesta de los representantes empresariales generó un fuerte rechazo en el sector sindical y fue calificada como «irrisoria» por la prensa especializada. Su oferta se desglosó en una serie de incrementos mínimos a lo largo de seis meses:
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Noviembre: $326.000 (apenas $4.000 de aumento)
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Diciembre: $331.000
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Febrero: $340.000
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Marzo: $345.000
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Abril: $349.000
El incremento total ofrecido en el período de seis meses es de solo $27.000, un valor que se encuentra dramáticamente por debajo de cualquier proyección inflacionaria y que profundiza la brecha con el costo de la canasta básica. Este monto no solo no recupera poder de compra, sino que consolida la pérdida real del salario mínimo.
La decisión final: laudará el Ejecutivo
Tras un breve cuarto intermedio y sin que ninguna de las partes modificara su postura inicial, el Gobierno convocó a la sesión plenaria para anunciar el fracaso de la negociación. De esta manera, y por un criterio que se ha mantenido durante toda la gestión de Javier Milei, la definición del nuevo SMVM se realizará por decreto presidencial.
Históricamente, la intervención del Ejecutivo para laudar sobre el salario mínimo se ha alineado, en la mayoría de los casos, con el valor propuesto o cercano a la cifra presentada por el sector empresarial. Esto genera preocupación en las centrales obreras, que anticipan una nueva pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores formales que perciben el monto mínimo.
El reclamo sindical por la presencialidad
Un punto adicional de fricción fue el formato de la reunión. Las tres centrales sindicales, reiterando un pedido ya llevado a la justicia por las dos CTA, insistieron en la necesidad de que el Consejo sesione de manera presencial. Este reclamo apunta a garantizar una mayor transparencia y debate en un ámbito crucial para la fijación de la base salarial del país.
Conclusión y perspectivas
El estancamiento en las negociaciones del Consejo del Salario subraya la marcada diferencia de criterios entre el capital y el trabajo en un contexto de alta inflación. Mientras que los sindicatos luchan por que el salario mínimo recupere su rol de piso digno y se acerque a la línea de la Canasta Básica Total, la propuesta empresaria lo mantiene casi congelado. La decisión inminente del Gobierno, a través de un decreto, determinará el rumbo del SMVM para los próximos meses y será un indicador clave de su política de ingresos.
