Canto del amanecer: científicos descubren el interruptor que dispara el coro matutino de las aves
Un estudio realizado en Corea del Sur con diamantes mandarines revela que la acumulación de impulso vocal durante la noche se libera instantáneamente con la primera luz, explicando el enigma biológico del canto temprano.
El misterio detrás del canto de las aves al amanecer, ese concierto natural que marca el inicio del día, parece haber encontrado una explicación científica. Un equipo de la Institución Coreana de Investigación Cerebral descubrió que en los diamantes mandarines, la aparición de la luz actúa como un detonante directo que dispara su impulso vocal. Los hallazgos, publicados en la plataforma bioRxiv, sugieren que las aves acumulan una notable energía vocal durante la oscuridad de la noche, liberándola de golpe con la llegada de la luz solar para iniciar su característico coro matutino.
La luz como detonante vocal
La investigación, liderada por Ednei Barros dos Santos, se centró en el Taeniopygia guttata, conocido como el diamante mandarín, un pájaro cantor de gran actividad. Los resultados fueron contundentes:
“En completa oscuridad, los machos no cantaron ni una sola vez, pero al encender la luz emitieron más de cien melodías diarias”, describieron los investigadores.
Este comportamiento sugiere que el canto al alba no es simplemente una respuesta pasiva al despertar, sino una liberación de tensión vocal reprimida por la ausencia de luz. Para probar esta hipótesis, los científicos manipularon los ciclos de luz y oscuridad en el laboratorio.
El experimento de la espera
Cuando los investigadores retrasaron el amanecer tres horas, las aves permanecieron despiertas, pero en un silencio casi total. Sin embargo, al momento de restablecer la claridad, los pájaros cantaron con una intensidad y frecuencia notablemente mayores. Era como si la energía vocal contenida durante la espera se liberara con mayor fuerza.
- Acumulación de impulso: La oscuridad parece suprimir activamente el canto, mientras el impulso biológico para vocalizar se mantiene latente.
- Melatonina y ritmos biológicos: El equipo sugiere que esta conducta podría estar vinculada a mecanismos hormonales, específicamente a la melatonina, la hormona que regula los ritmos circadianos y el sueño. El cambio en los niveles hormonales con la luz podría ser el interruptor biológico.
Más que un despertador: el “calentamiento vocal”
Los investigadores fueron más allá de la mera causa-efecto (luz-canto) y propusieron una función biológica para este fenómeno: el canto matutino podría servir como un «calentamiento vocal».
Esta práctica vocal temprana prepararía a las aves macho para las complejas tareas de comunicación que deben afrontar a lo largo del día, como atraer a las hembras y marcar territorio. El canto matutino, al ser una liberación de energía contenida, no solo sería intenso, sino que también contribuiría a reforzar su rendimiento acústico para las interacciones sociales y reproductivas posteriores.
Un enigma que se extiende a otras especies
Aunque el estudio se realizó con diamantes mandarines en condiciones de laboratorio altamente controladas, los científicos creen que los hallazgos podrían reflejar procesos naturales que ocurren en otras especies de pájaros cantores.
El descubrimiento abre una importante línea de investigación sobre el comportamiento vocal y la forma en que los ritmos circadianos (los relojes biológicos internos) interactúan con las señales ambientales, como la luz, para dictar la conducta animal. Los autores recomiendan replicar estos experimentos con otras especies y en entornos naturales para confirmar si el «efecto detonante» de la luz del sol es un mecanismo universal que explica el emblemático coro matutino en toda la fauna aviar.
