Negociación con EEUU: Agro argentino estalló por acuerdo que da más apertura que beneficios
El sector agrícola critica el reciente pacto bilateral con EE. UU., que garantiza amplias facilidades para el ingreso de carne, aves y lácteos estadounidenses, mientras que los compromisos de Washington para las exportaciones argentinas son escasos y generales.
La divulgación de los detalles del “Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos” entre Argentina y Estados Unidos desató la alarma y la crítica en el sector agropecuario local. El nuevo marco de cooperación, anunciado tras la declaración conjunta de la Casa Blanca, ha sido percibido como desequilibrado: Argentina asume compromisos específicos y significativos para la apertura de su mercado, facilitando el ingreso de bovinos, porcinos, aves y lácteos de EE. UU., mientras que las promesas de Washington sobre la eliminación de barreras no arancelarias y la mejora de cuotas para exportadores argentinos se mantienen en un plano de generalidades y expectativas sin definiciones concretas.
Concesiones agrícolas de Argentina: apertura total
El documento detalla una serie de compromisos que el gobierno argentino ha asumido, dirigidos a flexibilizar drásticamente las condiciones de ingreso para productos agropecuarios estadounidenses. Estas medidas implican una apertura sectorial importante:
1. Ganadería y carnes: vía libre para el ingreso
Argentina habilitará el ingreso de ganado bovino vivo y mantendrá abierta la importación de reproductores en pie provenientes de Estados Unidos. En el sector avícola, el país se comprometió a permitir el acceso al mercado de aves de corral estadounidenses en un plazo de un año, lo que generó preocupación inmediata en la industria avícola local, que aún espera conocer la letra chica para evaluar el impacto real.
2. Simplificación regulatoria
Una de las principales concesiones regulatorias es la simplificación de los registros para la importación de carne vacuna, productos cárnicos, vísceras y porcinos estadounidenses. En el ámbito lácteo, se eliminó la exigencia de registro de instalaciones para productos provenientes de Estados Unidos. Adicionalmente, Argentina acordó «no restringir el acceso al mercado de los productos que utilizan ciertas denominaciones para quesos y carnes», un punto que podría tener implicaciones en denominaciones de origen.
Compromisos de EEUU: escasos y sin detalle
La principal crítica del sector agrícola argentino radica en la asimetría de los compromisos. Mientras Argentina detalla acciones regulatorias concretas y plazos, Estados Unidos ofreció un nivel de detalle mucho menor.
En el texto, los compromisos estadounidenses se centran en la intención de «colaborar para abordar las barreras no arancelarias que afectan al comercio de alimentos y productos agrícolas».
- Carne vacuna: La única mención concreta es la expresión de la voluntad de «mejorar condiciones de acceso bilateral y recíproco».
- Expectativas sin definición: La gran expectativa argentina era la ampliación de la cuota de exportación de carne bovina, que actualmente es de $20.000$ toneladas, con aspiraciones de elevarse a $80.000$ toneladas. El acuerdo menciona la intención de mejora recíproca, pero no establece un nuevo volumen ni un plazo concreto para dicha ampliación.
La ausencia de definiciones específicas sobre el acceso a mercado para el biodiésel, que enfrenta conflictos por aranceles antidumping desde 2017, y los cítricos dulces, que también estaban en la agenda pendiente, refuerza la sensación de que Argentina está concediendo más de lo que recibe en términos de aperturas inmediatas y garantizadas.
Propiedad intelectual y la agenda de alineamiento
El acuerdo también incluye puntos enfocados en la propiedad intelectual (PI) y la innovación agrícola. Aunque no se especifica un nuevo mecanismo, Argentina se compromete a:
- Reforzar las acciones contra la falsificación.
- Atender observaciones del Informe 301 de 2025 de EE. UU.
- Trabajar en la mejora de criterios de patentabilidad.
- Reducir los atrasos en los trámites relacionados con PI, buscando la alineación con estándares internacionales.
Este punto, aunque de menor impacto comercial inmediato, consolida una agenda de convergencia regulatoria con Washington, que podría tener consecuencias a largo plazo en el sector de semillas y tecnología agrícola.
La reacción cautelosa del sector
Tras conocerse el contenido, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, a través de su presidente Ricardo Marra, optó por una posición cautelosa: «Valoramos toda iniciativa orientada a fortalecer la inserción internacional del país… Vamos a esperar el texto final y evaluarlo técnicamente junto a los sectores que integran la Bolsa”.
El sector espera el documento final para analizar la «letra chica» y confirmar si la significativa apertura argentina se verá compensada por beneficios tangibles y plazos concretos en el acceso al exigente mercado estadounidense.
