Ventas minoristas pyme caen 1,4% en octubre: la contracción económica golpea el consumo
Las ventas minoristas pyme cayeron un 1,4% interanual en octubre, impactadas por la baja del poder adquisitivo. La contracción se refleja en una creciente percepción de retroceso de la clase media y el aumento de los cheques rechazados.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) confirmó la desaceleración del consumo al reportar que las ventas minoristas pyme registraron una caída interanual del 1,4% en octubre. Este declive se inscribe en un contexto de profunda tensión económica y financiera en Argentina, donde los argentinos perciben un deterioro en su calidad de vida y se ven obligados a resignar consumos esenciales. El dato de CAME se alinea con otros indicadores de alarma, como el aumento significativo en los cheques rechazados, señalando un enfriamiento generalizado de la economía.
La caída del consumo: el rubro más afectado
La baja en las ventas minoristas pyme no fue homogénea, afectando con mayor intensidad a ciertos rubros considerados menos esenciales o de gasto discrecional.
Los sectores con las caídas más pronunciadas en octubre, según CAME, fueron:
- Perfumería: (-6,3% interanual), el rubro con la mayor retracción.
- Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles: (-3,7%).
- Textil e indumentaria: (-2,8%).
Otros rubros que también sufrieron caídas, aunque de menor magnitud, incluyen “Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción” (-2,1%), “Alimentos y bebidas” (-1%) y “Calzado y marroquinería” (-0,2%). Este panorama sugiere que las familias están priorizando el gasto, recortando aquellos consumos que no son de primera necesidad.
La clase media bajo presión: seguridad es el consumo clave
La contracción de las ventas minoristas pyme es el reflejo directo de la crisis de poder adquisitivo que atraviesa la sociedad, especialmente la clase media, históricamente el motor del consumo minorista.
Un informe reciente del centro de estudio Pensar Lab reveló que el 63% de los argentinos ya tuvo que resignar distintos consumos debido a la situación económica. La percepción generalizada es de deterioro: el 41% de los consultados siente que su pasar económico es peor que el de sus padres.
El estudio destaca que el 55% de los argentinos cree que la clase media está en retroceso y que dos de cada tres personas se perciben en el «último escalón» de esa clase (clase media baja, 34%) o ya han caído en la clase baja alta (34%).
Para este segmento, el consumo de seguridad se convierte en el bien más valioso, y lo último que se estaría dispuesto a sacrificar es la cobertura médica: la prepaga es mencionada por el 28% como el servicio irrenunciable. Según el informe, lo que la clase media busca en marcas y servicios es, fundamentalmente, seguridad y una calidad de vida “razonable”. Por ello, se vuelven demandantes, críticos y poco pacientes con gobiernos y marcas cuando la ecuación entre «lo que quiere y lo que puede» se desbalancea.
Cheques rechazados: la liquidez en riesgo
La crisis de las ventas minoristas pyme y el deterioro del poder adquisitivo tienen su correlato en el sector financiero, manifestado en la fuerte suba de la tensión de liquidez tanto en familias como en empresas.
El Banco Central (BCRA) informó un dato alarmante: el número de cheques rechazados por falta de fondos dio un salto considerable en septiembre. Los documentos sin respaldo financiero aumentaron un 29% respecto al mes anterior y superaron el 170% en términos interanuales, alcanzando los 92.535 casos por un monto total de $278.777 millones.
Este pico en los cheques rechazados es el más alto registrado desde el inicio del actual gobierno y funciona como un indicador claro del enfriamiento económico. La falta de liquidez obligó tanto a individuos como a negocios a emitir pagos sin respaldo, complicando las cadenas de pago y la confianza en el sistema financiero.
La caída de las ventas minoristas pyme en octubre es un síntoma del severo ajuste que vive la economía argentina. El dato de CAME se ve reforzado por una fuerte retracción del poder adquisitivo de la clase media, que resigna consumo y percibe un retroceso social, y por una preocupante alza en los cheques rechazados. Todos estos indicadores convergen para dibujar un panorama de contracción económica que exige acciones urgentes para reactivar el consumo interno y restablecer la estabilidad financiera y la confianza de las familias y las empresas.
