Alerta en el mercado automotor: más de 80 mil autos “mellizos” circulan en Argentina

Miles de vehículos robados, principalmente camionetas y pick ups, circulan con documentación falsificada, según un informe de ONG. La venta de autos 'mellizos' es una estafa sofisticada que pone en riesgo legal y económico a compradores desprevenidos.

Un reciente y alarmante relevamiento realizado por las ONG Defendamos Buenos Aires y Defendamos la República Argentina, lideradas por el abogado Javier Miglino, ha puesto en evidencia la magnitud de un fraude que crece en el mercado de vehículos usados: la circulación de más de 80 mil autos “mellizos” en el país. Este término policial se utiliza para describir a vehículos robados a los que se les duplica la documentación y datos identificatorios de un rodado legal e idéntico.

El informe detalla que la inmensa mayoría de estos vehículos fraudulentos, un $80\%$, son camionetas utilitarias, 4×4 y pick ups, tanto grandes como medianas, un segmento de alto valor en el mercado. Javier Miglino advirtió a la prensa que la venta de autos “mellizos” se ha convertido en una estafa cada vez más sofisticada, que prolifera a través de plataformas publicitarias digitales como Marketplace de Facebook y avisos clasificados en OLX, aprovechando la rapidez y el anonimato que ofrecen estos canales.

La sofisticada operatoria delictiva

El mecanismo de fraude está diseñado para engañar a compradores que buscan una buena oportunidad en el mercado de segunda mano. Las víctimas, atraídas por un vehículo en excelente estado y a un precio competitivo, suelen pagar una seña o el total antes de realizar una verificación exhaustiva. La estafa se revela, según Miglino, en el momento en que se acercan al Registro de la Propiedad Automotor para concretar la transferencia. Allí es donde surge la anomalía: el auto comprado es en realidad un vehículo robado que circula con documentación completamente falsificada, incluyendo título de propiedad, cédula verde, constancias de seguros, patentes e incluso la verificación técnica policial.

Este tipo de delito involucra la coordinación de, al menos, dos grupos criminales. Por un lado, una banda se especializa en el robo violento de vehículos, que se ejecuta con rapidez para asegurar que el auto sea llevado «con la llave puesta, sin alarmas y sin rastreadores satelitales activados». Luego, el auto es «enfriado», un proceso que implica cambiarle la patente y dejarlo estacionado en lugares públicos para confirmar que no está siendo monitoreado por la policía.

La mecánica del “mellizo”

El segundo grupo criminal, y quizás el más técnico, se encarga de la falsificación de la documentación. El vehículo robado se convierte en autos “mellizos” al recibir los datos (modelo, año, color) de otro auto idéntico que circula legalmente. El título y la cédula falsificados contendrán los números originales de chasis y motor del auto robado, pero utilizarán la patente de ese otro vehículo legítimo que no tiene pedido de captura. De esta forma, el rodado puede circular libremente, pasando inadvertido en controles vehiculares, ya que el número de patente no arroja un pedido de secuestro en el sistema policial.

Consecuencias legales y recomendaciones para evitar el fraude

La posesión y circulación de un autos “mellizos” conlleva graves consecuencias legales para el comprador, a pesar de ser una víctima de estafa. El abogado Javier Miglino recordó que el Artículo 292 del Código Penal argentino establece penas severas, de tres a ocho años de prisión, para quien «hiciere en todo o en parte un documento falso o adultere uno verdadero» destinado a acreditar la titularidad o habilitación para circular de vehículos automotores. Es decir, utilizar un auto con documentación falsa expone al propietario, aunque sea de buena fe, a ser imputado por un delito federal.

Si un ciudadano lamentablemente descubre haber comprado un vehículo de estas características, Miglino aconseja actuar de inmediato: «Primero consultar con un abogado y luego hacer la denuncia en la fiscalía de turno, poniendo el vehículo a disposición judicial. Solo de ese modo las cosas podrán solucionarse».

Para evitar caer en esta trampa, la recomendación fundamental es la prevención: concurrir al Registro de la Propiedad Automotor para cerrar la operación. Los estafadores suelen pactar las ventas en días y horarios en los que los registros se encuentran cerrados, imposibilitando la verificación de documentos y el traspaso legal en el acto.

Finalmente, el abogado Miglino trazó un vínculo preocupante entre este fraude y otros delitos de alto impacto, como los cometidos por las «viudas negras». Los vehículos robados por estas bandas, que en 2025 se vincularon a 26 muertes, son frecuentemente transformados en autos “mellizos” para su posterior venta o uso personal, evidenciando una red criminal integrada y de alta peligrosidad.