Turismo social: la provincia de Buenos Aires relanza un programa para apuntalar al sector en crisis
En respuesta a la profunda crisis de la actividad y la cercanía de la temporada de verano, el Gobierno bonaerense relanzó su Programa de Turismo Social. La iniciativa busca garantizar el acceso a actividades recreativas a sectores vulnerables, descentralizar las propuestas y recuperar emblemas históricos como la Unidad Turística de Chapadmalal, actualmente abandonada.
En un contexto de marcada crisis sectorial y de cara al inicio de la temporada alta estival, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires relanzó oficialmente el Programa de Turismo Social. La medida, formalizada a través de una resolución del Ministerio de Producción publicada en el Boletín Oficial, tiene como objetivo principal fortalecer el acceso al turismo y la recreación de todos los segmentos de la sociedad, con especial énfasis en la población más vulnerable.
El nuevo esquema busca apuntalar al sector turístico, que según informes como el de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), ha registrado una marcada austeridad en el comportamiento de los turistas debido a la caída del poder de compra.
La Subsecretaría de Turismo fue designada como la autoridad de aplicación del programa, con amplias facultades para establecer convenios con entidades públicas y privadas, y dictar las normas necesarias para coordinar “acciones territoriales que aseguren el acceso al turismo en todas sus formas, por toda la ciudadanía, en condiciones adecuadas de economía, accesibilidad, seguridad y calidad”.
Un plan de acción descentralizado y de cercanía
El relanzamiento del Programa de Turismo Social introduce modificaciones estratégicas para optimizar su alcance y eficiencia, especialmente tras el Decreto N° 216/2025 que limitó la intervención del Estado nacional en esta área.
Claves de la nueva estrategia bonaerense
- Ampliación del universo de beneficiarios: Las acciones se dirigen a un abanico amplio y heterogéneo de la población, incluyendo niñas, niños y adolescentes, personas mayores, personas con discapacidad y diversos sectores en situación de vulnerabilidad.
- Propuestas descentralizadas: Se priorizará la incorporación de actividades turísticas cercanas a las localidades de residencia de los contingentes. El objetivo directo es reducir significativamente los costos de transporte, haciendo más viable la participación de personas de bajos recursos.
- Fortalecimiento local: El programa busca que los gobiernos locales asuman un rol más activo en la generación de propuestas inclusivas y de proximidad.
Entre las líneas de acción concretas mencionadas, se incluyen visitas guiadas a puntos de interés en La Plata, las sierras bonaerenses y la zona del Delta.
La meta de recuperar Chapadmalal
Una de las aristas más ambiciosas del programa es el foco puesto en la recuperación de un ícono del turismo social argentino: las unidades turísticas de Chapadmalal.
La Provincia ha solicitado formalmente a la Nación la transferencia de estas unidades que, según se constató, se encuentran en estado de abandono desde diciembre de 2023. La reactivación de este complejo es vista como fundamental para ampliar la capacidad de alojamiento accesible y revitalizar la histórica tradición del turismo social a gran escala.
El contexto de la crisis sectorial
La reactivación de la ayuda estatal al turismo llega en un momento de gran preocupación para los municipios costeros bonaerenses, cuya temporada alta está a punto de comenzar. La iniciativa busca generar un flujo de ingresos para el sector, en un momento donde el turista promedio se muestra «más austero» y retrae el gasto.
El Turismo Social de la Provincia ya había implementado estrategias similares este año, como el conocido programa de viajes de egresados gratuitos. A mediados de año, también se lanzó «Conociendo El Mar», una iniciativa que facilitaba a muchas personas que nunca habían visitado la costa bonaerense el acceso a una excursión de un día con atractivos culturales incluidos.
En definitiva, el relanzamiento del programa busca ser una herramienta de doble impacto: por un lado, un paliativo económico para un sector clave de la economía provincial que atraviesa una severa contracción; y por el otro, el cumplimiento de un objetivo social que es garantizar el derecho al esparcimiento y el acceso al turismo para los sectores más vulnerables de la población bonaerense.
