Pluriempleo en el Estado: ¿Cuántos trabajos se necesitan para un salario digno?
La inestabilidad económica y la pérdida del 35% del poder adquisitivo empujan al 64% de los empleados estatales a tener otro empleo, según un estudio de la Fundación Germán Abdala. La situación, agravada por despidos masivos, impacta en la calidad de vida y el compromiso con las políticas públicas, reflejando que el 71% busca sumar una nueva fuente de ingresos.
Radiografía de la precariedad: La necesidad del pluriempleo en la Administración Pública
El fenómeno del pluriempleo se ha instalado con fuerza en la Argentina como una estrategia de supervivencia económica, impulsado por la insuficiencia del salario único frente al contexto de inflación, desregulación laboral y la consecuente pérdida del poder adquisitivo. Este escenario, que ya afecta a más de 2.4 millones de personas (el 16.6% de la Población Económicamente Activa, PEA) en todo el país, golpea de manera particular a los trabajadores de la Administración Pública Nacional.
Un reciente documento de la Fundación Germán Abdala, titulado “¿Cuántos trabajos se necesitan para un salario digno? Pluriempleo en el Estado”, basado en una encuesta a 496 empleados estatales realizada en agosto, arrojó datos alarmantes sobre la creciente precariedad de este sector.
Pérdida salarial y despidos: el motor de la doble jornada
La investigación subraya que, dentro del Estado, la situación actual se caracteriza por tres factores determinantes en la gestión del gobierno de Javier Milei:
- Despidos masivos: Se contabilizan más de 50.000 cesantías.
- Pérdida salarial: Se estima una pérdida del 35% del poder de compra del salario.
- Desmantelamiento de diversas políticas públicas y organismos.
Esta combinación de inestabilidad laboral y deterioro económico es el caldo de cultivo para la multiplicación de empleos. El dato central del estudio es contundente: el 64% de los encuestados afirmó tener otro empleo además de su función en la Administración Pública.
Las estrategias de los trabajadores estatales para llegar a fin de mes
La necesidad de un «salario digno» obliga a los empleados públicos a diversificar sus fuentes de ingreso, adoptando principalmente dos modalidades de pluriempleo:
- Emprendimientos propios: Constituyen el 35% de las segundas actividades.
- Actividades educativas: Representan otro 35%, incluyendo docencia o capacitaciones.
La situación es de tal magnitud que va más allá de quienes ya tienen un segundo trabajo: el 71% de los encuestados manifestó estar buscando activamente otra ocupación. Este dato no solo refleja una necesidad económica urgente, sino también una profunda sensación de inestabilidad e incertidumbre respecto a la continuidad de sus ingresos y puestos de trabajo.
Salarios y futuro laboral: La desmotivación como riesgo de gestión
El análisis de los ingresos muestra la magnitud del problema salarial. La encuesta reveló que el 52% de los trabajadores del Estado gana menos de un millón de pesos al mes. Para poner en contexto este valor, datos recientes del INDEC para la Canasta Básica Total (CBT) –que marca la línea de pobreza para una familia tipo de cuatro integrantes– superan ampliamente el millón de pesos (se acercaron a $1.2 millones de pesos en el Gran Buenos Aires en septiembre, por ejemplo, y estimaciones gremiales elevan esa cifra para considerar un salario «digno» sin ajustes por jurisdicción). Esto confirma que más de la mitad de los empleados públicos se encuentran en o por debajo de la línea de pobreza, dependiendo de su composición familiar.
Paradójicamente, la mayoría de los encuestados mantiene una relativa estabilidad contractual: el 58% posee planta permanente o transitoria. Sin embargo, el deterioro de las condiciones y la falta de perspectiva tienen un impacto directo en la moral laboral. Solo el 42% de los trabajadores expresó su deseo de continuar su carrera en el Estado.
El costo social del pluriempleo en la función pública
El pluriempleo, si bien es una solución de emergencia para paliar la crisis económica individual, conlleva graves costos para la función pública y la salud de los trabajadores. El estudio advierte que esta situación, motivada puramente por la necesidad, genera:
- Agotamiento y burnout: El desgaste físico y mental de cumplir con múltiples jornadas laborales.
- Afectación a la calidad de las políticas públicas: La baja motivación y el reducido compromiso del personal impactan negativamente en la eficiencia y la ejecución de las políticas públicas destinadas a la ciudadanía.
La conclusión del informe es clara: el incremento del pluriempleo en el Estado no solo evidencia una crisis salarial profunda, sino que también pone en riesgo la capacidad del gobierno para sostener un cuerpo de profesionales dedicados y motivados, esenciales para el desarrollo de la administración. La respuesta a «¿cuántos trabajos se necesitan para un salario digno?» es, para una gran parte de los empleados estatales, «más de uno».
