Uno de cada tres adolescentes prefiere una IA a sus amigos
Un informe de Common Sense Media revela una alarmante tendencia entre los jóvenes: el 33% de los adolescentes e inteligencia artificial se vinculan de tal manera que prefieren a los chatbots a sus amigos, usando a los bots para juegos, consejos y apoyo emocional.

La amistad en la era digital: Cuando los bots se vuelven confidentes
Un nuevo estudio de Common Sense Media, una organización dedicada a la tecnología y la infancia, ha puesto de relieve un fenómeno social y emocional sin precedentes: el creciente vínculo entre los adolescentes y la inteligencia artificial. La encuesta, realizada a jóvenes en Estados Unidos, revela que más de la mitad de ellos conversa habitualmente con chatbots de IA, y lo más sorprendente es que uno de cada tres asegura que prefiere estas interacciones a las que tiene con personas reales.
El informe detalla que, si bien muchos jóvenes ven a los chatbots como simples herramientas, un porcentaje significativo (un tercio) establece con ellos una conexión más profunda. Estas interacciones abarcan desde juegos de rol y charlas románticas hasta la búsqueda de apoyo emocional o el ensayo de habilidades sociales. Este último dato es particularmente llamativo, ya que un porcentaje similar de adolescentes confiesa haber discutido temas personales y significativos con la IA en lugar de hacerlo con sus amigos o familiares.
Este comportamiento subraya una realidad inquietante: la IA está comenzando a llenar vacíos emocionales y sociales que tradicionalmente cubrían los círculos de amigos y familiares. Para muchos jóvenes, la posibilidad de hablar con un sistema que no juzga y que está siempre disponible resulta más cómoda y accesible que la interacción humana, con sus complejidades e incertidumbres.
Riesgos para la salud mental y la «intimidad artificial»
La creciente dependencia de los adolescentes e inteligencia artificial para la socialización ha encendido las alarmas entre los especialistas en salud mental. El informe de Common Sense Media advierte que esta dinámica podría afectar negativamente el desarrollo social y emocional de los jóvenes, debilitando sus habilidades para establecer vínculos en la vida real. La propia organización señala que los adolescentes más vulnerables (varones, aquellos con problemas de salud mental o que atraviesan situaciones de estrés) son los más propensos a desarrollar una dependencia de estas interacciones virtuales.
Un riesgo adicional es la imprevisibilidad de las respuestas de los chatbots. Un tercio de los participantes en el estudio reportó haberse sentido incómodo por algo que un bot les dijo o hizo, lo que expone el peligro de recibir consejos dañinos, respuestas inapropiadas o incluso ser expuestos a contenido sexualizado.
La revista Trends in Cognitive Sciences también ha alertado sobre los peligros de la denominada «intimidad artificial». En un reciente artículo, se advierte que estos vínculos con sistemas de IA pueden alterar el comportamiento humano y desplazar las interacciones sociales reales, un fenómeno que podría generar una profunda desconexión con el mundo exterior.
El debate se agudiza con los avances de las grandes compañías tecnológicas. La reciente introducción de una función de memoria para ChatGPT, que le permite recordar conversaciones previas, busca hacer la interacción más personalizada y útil, pero al mismo tiempo podría reforzar la sensación de cercanía y apego emocional de los adolescentes hacia los bots, profundizando el problema.