«La Sustancia»: la película que mezcla terror corporal y la obsesión por la perfección física

El aclamado y controvertido film de 2024, "La Sustancia", ya está disponible en plataformas, prometiendo un impacto visual extremo. Dirigida por Coralie Fargeat, la cinta protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley utiliza el terror explícito para ofrecer una brutal crítica a los estándares de belleza y la presión por la juventud eterna.

La película que generó conmoción, desmayos y ovaciones en el Festival de Cannes 2024, «La Sustancia», ha llegado finalmente a plataformas digitales. Este film de la directora francesa Coralie Fargeat ha reavivado el género del terror psicológico y el horror corporal gracias a su explícita y audaz mezcla de género con crítica social. La trama se adentra sin concesiones en la obsesión por la perfección física y la juventud, elementos que la han convertido en una de las cintas más divisivas y comentadas del año.

La desesperación por la juventud en «La Sustancia»

La película, de 90 minutos de duración, se centra en Elisabeth Sparkle, personaje interpretado por la icónica Demi Moore. Sparkle es una estrella de televisión que, al ser considerada «demasiado vieja», es despedida de su trabajo. Esta crisis existencial y profesional la lleva a tomar una decisión desesperada: someterse a un procedimiento experimental clandestino.

El tratamiento, que da nombre al film, consiste en inyectarse «La Sustancia», una fórmula biológica que promete la regeneración y el retorno a la juventud. El resultado del experimento es la creación de una versión joven y «perfecta» de sí misma, interpretada por Margaret Qualley.

El pacto fundamental para la supervivencia de ambas identidades es la alternancia en su existencia; deben compartir el tiempo en un delicado equilibrio. Sin embargo, la ambición, la envidia y la locura pronto rompen la tregua. La versión joven, impulsada por la perfección que la define, comienza una guerra por la supremacía, desatando una espiral de violencia y horror físico que difumina la frontera entre la identidad original y la monstruosidad.

Terror explícito como herramienta de crítica social

Coralie Fargeat no utiliza el horror físico (o body horror) solo como un recurso del género, sino como una herramienta narrativa para exponer los extremos a los que puede llevar la presión social. La película desafía la comodidad del espectador al utilizar el impacto visual y el asco como un lenguaje para criticar la tiranía de los estándares de belleza.

La crítica central se enfoca en cómo la sociedad, y en particular la industria del entretenimiento, desecha y castiga la naturalidad del envejecimiento, forzando a las personas a buscar soluciones radicales, incluso a costa de su propia salud física y mental. El cuerpo se convierte en un campo de batalla donde la identidad original es sacrificada en aras de una versión idealizada e insostenible.

Reacciones extremas y éxito global

«La Sustancia» se consolidó como un fenómeno de culto inmediato desde su estreno en el circuito de festivales, donde generó reacciones extremas. La intensidad de la narrativa y la explicitud de las imágenes llevaron a reportes de desmayos y personas que debieron abandonar las salas de cine. Por otro lado, la audacia de su propuesta y la calidad de la dirección fueron recompensadas con una ovación de más de diez minutos en Cannes.

El impacto del film se debe en gran medida a su elenco, destacando las actuaciones de Demi Moore y Margaret Qualley en los roles duales de Elisabeth Sparkle. El reparto principal incluye también a figuras como Dennis Quaid, Hugo Diego Garcia, Edward Fortin y Christian Erickson.

La llegada de «La Sustancia» a las plataformas digitales la posiciona para ser uno de los títulos más comentados y vistos del año, consolidando su reputación como una pieza maestra del horror moderno con un potente mensaje social.