«El ángel de la muerte»: La inquietante historia real del asesino serial Charlie Cullen en Netflix
El thriller "El ángel de la muerte" (The Good Nurse), protagonizado por Jessica Chastain y Eddie Redmayne, desvela la escalofriante historia real de Charlie Cullen, un enfermero serial que sembró el terror en hospitales de EE. UU., visto a través de la perspectiva de la compañera que lo ayudó a detenerlo.

El ángel de la muerte Netflix esconde uno de los thrillers basados en hechos reales más escalofriantes de los últimos años. Esta producción, cuyo título original es The Good Nurse, narra la historia de Amy Loughren (interpretada por Jessica Chastain), una enfermera dedicada que, a pesar de sus propios problemas de salud, debe lidiar con el aterrador descubrimiento de que su nuevo y servicial colega, Charlie Cullen (Eddie Redmayne), podría ser un asesino serial que utiliza el sistema hospitalario como su coto de caza. La película, dirigida por Tobias Lindholm, se adentra en cómo la confianza y la vulnerabilidad se tuercen en un entorno que debería ser de sanación, respondiendo al qué, quién, dónde y cómo de uno de los casos criminales más impactantes en la historia médica de Estados Unidos.
La irrupción del peligro en la rutina hospitalaria
La vida de Amy Loughren es un delicado equilibrio. Trabaja incansablemente en el turno nocturno de un hospital, mientras cría a sus hijas y oculta una grave enfermedad cardíaca que amenaza su vida y su empleo. En medio de esta tensión, llega Charlie Cullen, un enfermero que se presenta como la ayuda perfecta: amable, servicial y eficiente, ganándose rápidamente la confianza de todo el staff. Para Amy, Charlie se convierte en un apoyo indispensable, una figura que parece aliviar sus largas y agotadoras guardias.
Sin embargo, esta aparente calma empieza a resquebrajarse. La narrativa se enfoca en la sutil pero persistente aparición de muertes inexplicables entre los pacientes. Al principio, son incidentes aislados, que la inercia del sistema atribuye a complicaciones naturales. Pero a medida que los decesos se acumulan, Amy, con su agudo sentido de la observación y su profunda conexión con sus pacientes, comienza a notar inconsistencias: registros médicos modificados, errores administrativos extraños y una atmósfera que se vuelve progresivamente más opresiva e inquietante.
La escalada de la sospecha y la tensión silenciosa
Lo que eleva el thriller «El ángel de la muerte» por encima del gore o el espectáculo fácil es su enfoque en la tensión psicológica y el realismo. La película no recurre a exageraciones dramáticas; el horror se filtra en lo cotidiano. El miedo de Amy no es histriónico; es la ansiedad creciente de darse cuenta de que la persona en la que confió, que comparte su espacio de trabajo y sus secretos profesionales, podría ser responsable de múltiples asesinatos.
La actuación de Jessica Chastain captura la vulnerabilidad de una mujer que debe arriesgar su salud y su vida familiar para desenmascarar a un colega, mientras que Eddie Redmayne ofrece una interpretación escalofriante de Charles Cullen, encarnando la banalidad del mal. Su Charlie es aterradoramente normal, lo que subraya cómo un asesino serial puede pasar desapercibido dentro de un sistema fallido. Esta sutileza en las actuaciones es la base del suspenso constante que permea la cinta, donde cada mirada, cada silencio y cada interacción se siente cargada de peligro.
Una crítica al sistema de salud y la ética inquebrantable
A medida que la sospecha de Amy se convierte en una certeza aterradora, la película revela una capa adicional de crítica social: la complicidad tácita del sistema de salud. La policía, liderada por los detectives Danny Baldwin (Nnamdi Asomugha) y Tim Braun (Noah Emmerich), lucha por obtener información en un entorno que parece más preocupado por evitar la mala publicidad y los juicios que por la seguridad de sus pacientes. Este es un punto crucial: Amy no solo lucha contra Cullen, sino también contra una burocracia hospitalaria que permitió que este depredador operara en múltiples instituciones por años sin ser denunciado adecuadamente.
La historia real de Charlie Cullen es un caso notorio. Se le considera uno de los asesinos seriales más prolíficos en la historia de EE. UU., aunque el número exacto de víctimas sigue siendo incierto, con estimaciones que varían desde 40 hasta 400. La valentía de Amy Loughren, que se convirtió en la pieza clave para la confesión de Cullen, es el núcleo heroico del relato. Ella tuvo que actuar como señuelo, arriesgándolo todo para que la justicia pudiera prevalecer.
Un thriller que invita a la reflexión
«El ángel de la muerte» es una película ideal para quienes disfrutan de thrillers que inquietan por su realismo y ofrecen un profundo análisis de la condición humana y las fallas institucionales. Más allá de la trama criminal, es una reflexión sobre la ética, la amistad bajo presión extrema y el coraje necesario para enfrentar el mal cuando este se disfraza de bondad. La cinta deja una impresión duradera, mostrando cómo la fragilidad del miedo puede colarse incluso en los lugares más cotidianos, desafiando la sensación de seguridad.