El “Pequeño J” rechaza la extradición voluntaria y alarga su proceso judicial en Perú
Tony Janzen Valverde Victoriano, principal acusado del triple crimen de Florencio Varela, compareció ante la Justicia peruana y se negó a someterse a la extradición simplificada, decisión que extiende los plazos para su regreso a la Argentina, donde debe ser juzgado por el femicidio de Brenda, Morena y Lara.

El caso del triple crimen de Florencio Varela sumó un nuevo capítulo judicial en Perú. Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como el “Pequeño J”, se presentó este viernes ante el Juzgado de Investigación Preparatoria de Chilcha y comunicó formalmente su negativa a la extradición voluntaria a la Argentina. El joven, señalado como el autor material del femicidio de Brenda, Morena y Lara, optó por rechazar la propuesta de regresar al país de manera inmediata, lo que transforma el proceso en uno de mayor complejidad y duración.
Extradición formal en curso: un proceso más extenso
Al ser consultado por el magistrado sobre la posibilidad de someterse a la extradición simplificada, el «Pequeño J» respondió con un rotundo «no», tras deliberar con su abogado. Esta decisión implica que el proceso de extradición formal seguirá su curso sin atajos, un procedimiento que, según el periodista Diego Gabriele, será «mucho más extenso».
Ante la negativa del acusado, la Fiscalía peruana reaccionó solicitando nueve meses de prisión preventiva mientras se sustancia el pedido de extradición que fue presentado por la Justicia argentina. El objetivo de la justicia nacional es juzgar a Valverde Victoriano por el crimen que conmocionó al país y puso en debate la violencia de género.
La defensa argumenta falta de imparcialidad
La estrategia de la defensa del “Pequeño J” se centró en cuestionar la imparcialidad de la investigación en Argentina y justificar la huida de su defendido.
El abogado argumentó que los medios argentinos lo «inculpan de manera directa» y que, al verse expuesto en televisión, su cliente, «siendo joven y solo en un país extraño», temió no tener el apoyo necesario si era detenido en Argentina.
Además, la defensa justificó la negativa a la extradición voluntaria con la necesidad de “esperar que la situación se enfríe” para que pueda desarrollarse una investigación «objetiva y ajustada a derecho».
La audiencia judicial pasó a un cuarto intermedio mientras el juez evalúa si dicta la prisión preventiva solicitada por la Fiscalía o si concede una alternativa menos restrictiva, como una «libertad restringida» con permisos laborales, como solicitó la defensa.
La expectativa se mantiene alta en Argentina por la resolución final de la Justicia peruana, dado que se trata de un caso que generó una fuerte conmoción social y que requiere una respuesta contundente del Estado.