Cae en Perú “Pequeño J”, el presunto cerebro del triple femicidio narco de Florencio Varela

La Policía Bonaerense logró apresar en Perú a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", el presunto autor intelectual del atroz triple femicidio narco de Florencio Varela. La clave para la captura del joven de 20 años fue el rastreo de su ladero, Matías Ozorio. Nueve personas están ahora detenidas por el crimen de Morena, Brenda y Lara.

La detención de Tony Janzen Valverde Victoriano en Lima cierra el cerco sobre el brutal crimen de Morena, Brenda y Lara, elevando a nueve la cifra de apresados. La Policía Bonaerense, en colaboración con fuerzas peruanas e Interpol, rastreó al joven de 20 años gracias a la información obtenida del celular de su mano derecha, Matías Ozorio, capturado horas antes. Ahora, las autoridades argentinas inician el proceso de extradición del presunto líder narco para que enfrente a la Justicia por la planificación y ejecución del resonante caso.

La operación, producto de una intensa cooperación internacional, se concretó con la captura del principal sospechoso, conocido como “Pequeño J”, quien se encontraba prófugo tras el macabro triple femicidio que conmocionó a la provincia de Buenos Aires. La investigación apunta a un móvil vinculado al narcotráfico, donde las víctimas habrían sido atacadas como un mensaje o represalia. El joven peruano, señalado como el autor intelectual del secuestro, las torturas y los asesinatos, fue interceptado en una autopista al sur de Lima, confirmando la extensión y gravedad de la red criminal.

La clave del celular de Ozorio y la búsqueda internacional

La detención de Tony Janzen Valverde Victoriano se produjo de manera escalonada, poco después de que cayera su presunto lugarteniente, Matías Ozorio. Según trascendió de fuentes de la investigación, el entrecruzamiento de llamadas telefónicas y el monitoreo del dispositivo móvil de Ozorio resultaron fundamentales para que una delegación de la Policía Bonaerense pudiera seguir los pasos de “Pequeño J” hasta su escondite en Perú.

Ozorio, quien según las autoridades peruanas sería expulsado a la Argentina por su condición de ciudadano extranjero con ingreso irregular, fue detenido en Lima. Su captura, junto a la de “Pequeño J”, frustró un encuentro que ambos tendrían en la capital peruana. La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, confirmó la detención y anticipó que se están realizando las gestiones para la extradición del joven narco peruano, sobre quien pesaba una alerta roja de Interpol.

Perfil y entorno de los detenidos

La complejidad del caso se refleja en el perfil de los involucrados. Matías Ozorio fue descrito por una familiar como un «perejil» que se había involucrado en el mundo de las criptomonedas y el consumo de drogas, acumulando deudas que podrían haberlo dejado bajo amenazas. Esta versión plantea la posibilidad de que no actuara por iniciativa propia, sino presionado por la organización que lideraría “Pequeño J”.

Por su parte, Tony Janzen Valverde Victoriano, de 20 años y de nacionalidad peruana, es investigado como el líder de una célula narco que operaba entre el partido de La Matanza y Florencio Varela. Las hipótesis sugieren que el crimen habría sido una represalia por el robo de estupefacientes, y que el brutal accionar, que incluyó la posible filmación y difusión en redes sociales, buscaba disciplinar a otros miembros de su banda.

Avances en la causa y más implicados

Con las últimas detenciones, ya suman nueve los apresados en relación con el triple femicidio de Brenda del Castillo (20), Lara Gutiérrez (15) y Morena Verdi (20).

En las últimas horas también prestaron declaración indagatoria Víctor Sotacuro y su sobrina, Florencia Ibáñez, acusados de brindar apoyo logístico al operativo. Los investigadores creen que ambos circulaban en un vehículo de soporte a la camioneta Chevrolet Tracker utilizada para trasladar a las jóvenes, quienes fueron engañadas con la promesa de una fiesta. Si bien los relatos ante el fiscal Carlos Arribas presentaron inconsistencias, la información brindada fue considerada relevante, motivo por el cual se dictó el secreto de sumario. Sotacuro fue detenido en Bolivia, mientras que Ibáñez fue apresada durante una entrevista periodística en Buenos Aires.

Además, están bajo custodia Ariel Giménez, imputado por cavar la fosa donde se encontraron los cuerpos, y otras cuatro personas, incluyendo una pareja señalada por limpiar la escena del crimen y un hombre vinculado a la propiedad donde ocurrió el hecho junto a su pareja.

La cooperación transnacional y la información obtenida de los dispositivos móviles han sido cruciales para desentrañar el entramado criminal detrás de este atroz triple femicidio narco. La inminente extradición de “Pequeño J” promete arrojar más luz sobre la planificación y los verdaderos alcances de la banda.