El thriller que une a Jude Law y Jason Bateman: los secretos detrás de “Black Rabbit”
Dos de los actores más aclamados de Hollywood, Jude Law y Jason Bateman, se unen en “Black Rabbit”, un thriller de Netflix que explora la compleja relación de dos hermanos. Los protagonistas revelan detalles de la producción y la química que los conectó.

El regreso de dos de las figuras más versátiles de la pantalla llega con “Black Rabbit”, el nuevo thriller de Netflix que ha generado gran expectativa. En esta miniserie, Jude Law y Jason Bateman dan vida a dos hermanos distanciados, forzados a enfrentarse en un mundo de alta tensión ambientado en el corazón de un restaurante ficticio de Manhattan. Más allá del ambiente gastronómico y las secuencias de acción, la serie profundiza en un tema universal: el vínculo familiar y cómo este puede ser puesto a prueba por la ambición y la codicia.
Para prepararse para sus roles, ambos actores, quienes también son productores ejecutivos de la serie, se sumergieron en el ambiente de restaurantes, aunque admiten no ser expertos en gastronomía. Sin embargo, su enfoque no estaba en la comida, sino en el trasfondo emocional de la historia. Como explicó Law, la trama se centra en una de las formas más antiguas de narrativa: los hermanos en conflicto. Bateman, que además dirigió los dos primeros episodios, añadió que ser hermanos crea un lazo inquebrantable que permite «enormes desmanes» sin romper la conexión.
La colaboración entre el elegante Law, conocido por sus papeles en dramas británicos, y el versátil Bateman, un clásico de la comedia con un gran peso en la producción multimedia, puede parecer inusual. Sin embargo, su unión en “Black Rabbit” se forjó a partir de un respeto mutuo. Law admiraba el tono oscuro y a la vez irónico que Bateman había logrado en la aclamada serie “Ozark”. Por su parte, Bateman se declaró un fan de la carrera de Law, desde sus roles en “El talentoso Sr. Ripley” hasta sus aclamadas actuaciones en “The Young Pope”.
El corazón de la trama y la búsqueda de la autenticidad
En “Black Rabbit”, Law interpreta a Jake Friedken, el hermano menor y aparente vividor que dirige un club en Manhattan a punto de alcanzar el éxito. Bateman, por su parte, es Vince, el hermano mayor que regresa para complicar su vida, endeudado con un mafioso y creando un torbellino de caos. Su relación en la pantalla es un fascinante juego de contrastes que, como describió Bateman, «juntos, en cierto modo, hacen un buen hermano».
La serie, creada por los guionistas y esposos Zach Baylin y Kate Susman, se distingue por su compromiso con la autenticidad. Aunque la trama es contemporánea, se inspira en el ambiente de la vida nocturna neoyorquina de principios de los 2000. Para lograrlo, los creadores no solo utilizaron locaciones reales, sino que también contaron con la asesoría de exempleados de restaurantes. Esta atención al detalle se extiende incluso a la música, con una banda sonora cargada de bandas de Nueva York como Interpol y los Beastie Boys. El guitarrista de The Strokes, Albert Hammond Jr., compuso las canciones de la banda ficticia de los hermanos, lo que añade una capa de realismo a la historia.
Métodos de trabajo y una química innegable
Más allá de la trama, la química entre Law y Bateman es el motor de la serie. La directora Laura Linney, que trabajó con Bateman en “Ozark”, dirigió los episodios 3 y 4 de “Black Rabbit” y elogió la dinámica entre ambos, destacando que su relación funciona precisamente por lo diferentes que son. Sus métodos de trabajo en el set reflejaban esta distinción: mientras Law construía elaboradas historias de fondo para sus personajes, Bateman, conocido por ser «la mente más rápida en un set», era más pragmático y directo.
Pese a sus diferencias, ambos se entregaron por completo a la producción. Los guionistas recuerdan la dedicación de Law para escenas de gran intensidad, como la de ir descalzo por la calle o la arriesgada secuencia de pelea en una autopista real, donde ambos actores pasaron horas provocándose mutuamente en ropa interior mientras los autos pasaban a alta velocidad. Esta entrega total, junto con una iluminación sombría y un estilo de cámara en mano que subraya la inestabilidad del mundo que los rodea, dota a la serie de un aire de noir que la hace única.
“Black Rabbit” no es solo un thriller sobre el crimen, sino un estudio sobre los lazos familiares, la ambición y las decisiones que definen a las personas. La unión de Jude Law y Jason Bateman, tanto en la producción como en la actuación, ha creado una serie que va más allá de su género, ofreciendo una narrativa rica y compleja que seguro atrapará a la audiencia de principio a fin.