El ajuste en el Estado recortó casi 100 mil empleos públicos

Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, el sector público ha experimentado una drástica reducción de personal, con casi 100.000 empleos públicos eliminados. El informe del CEPA señala a las áreas de defensa y seguridad social como las más afectadas, seguidas por una fuerte caída en la industria y el transporte.

Reducción de empleos públicos: El impacto del ajuste en el Estado

El Gobierno de Javier Milei ha llevado a cabo una profunda reforma del Estado que se ha traducido en la eliminación de 98.653 puestos de trabajo registrados en los sectores de defensa y seguridad social, según un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Esta cifra, que se concentra en estas dos áreas, forma parte de un recorte más amplio que afecta a diversos rubros de la economía argentina. La medida se enmarca en el plan de austeridad fiscal del gobierno, con el objetivo de reducir el déficit y controlar la inflación, aunque ha generado un fuerte impacto en el mercado laboral en medio de un contexto de recesión.

Más allá de los puestos en el sector público, el informe del CEPA también muestra una significativa pérdida de empleo en el ámbito privado. La construcción fue uno de los sectores más golpeados, con la eliminación de 80.873 puestos de trabajo. Esta caída se explica, en gran parte, por la paralización de la obra pública a nivel nacional, una de las primeras medidas tomadas por la actual administración.

La recesión también golpea a la industria y el transporte

Además de la construcción, otros sectores clave de la economía registraron caídas significativas en la cantidad de trabajadores. El informe señala que los servicios de transporte y almacenamiento han perdido 54.935 puestos de trabajo, lo que representa una baja del 10,4% en este sector. En tanto, la industria manufacturera ha visto desaparecer 39.016 puestos laborales.

La pérdida de empleo no solo se refleja en la cantidad de trabajadores, sino también en el cierre de empresas. De acuerdo con el estudio del CEPA, el número de unidades productivas registradas se redujo de 512.357 a 496.793. El 99,69% de estas empresas que cerraron sus puertas eran pequeñas y medianas (PYMES), lo que evidencia la vulnerabilidad de este tipo de firmas en un escenario de recesión. Solo 49 casos correspondieron a empresas de mayor tamaño.

El contexto recesivo detrás de la pérdida de empleos y empresas

El análisis del CEPA atribuye la pérdida de empleos y el cierre de empresas a un escenario de recesión, el cual se caracteriza por una caída del consumo interno, la disminución de la inversión y un fuerte ajuste del gasto público. El informe interpreta estas consecuencias como el resultado de un programa económico centrado en la reducción de la inflación a través de una severa contracción fiscal y monetaria.

Las políticas implementadas, como los recortes en la obra pública, la devaluación, la liberación de precios y la menor transferencia de fondos a las provincias, han afectado de manera directa a la actividad de sectores clave como la construcción, los servicios y el comercio, que hoy figuran entre los más castigados por la pérdida de puestos de trabajo. Este panorama plantea un desafío para el gobierno en su búsqueda de estabilizar la economía sin profundizar la crisis social que implica la pérdida de empleo.