La trampa del pago mínimo: Cómo las tarjetas de crédito se convirtieron en un laberinto de deuda para los argentinos

El pago mínimo de la tarjeta se consolida como una de las formas de endeudamiento más costosas para las familias argentinas, con tasas que superan el 150% y una mora creciente.

En un escenario económico de pérdida de poder adquisitivo y escasas alternativas de crédito asequible, el pago mínimo de la tarjeta de crédito se ha convertido en una salida recurrente para muchos argentinos. Sin embargo, esta solución inmediata es una de las trampas de endeudamiento más caras del sistema financiero, con tasas de interés que, en la práctica, superan el 150% anual. Este mecanismo, que muchos perciben como una forma de «ganar tiempo», alimenta una espiral de intereses acumulativos que compromete seriamente las finanzas familiares y eleva los niveles de morosidad.

Tasas de interés que ahogan el consumo

Desde enero de 2024, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) fijó un límite del 140,86% para la Tasa Nominal Anual (TNA) sobre saldos impagos de tarjetas de crédito hasta $200.000. Sin embargo, este tope es solo una parte de la historia. Las Tasas Efectivas Anuales (TEA), que reflejan el costo real del financiamiento al incluir la capitalización de intereses, superan con creces ese límite nominal.

Según datos recientes, mientras que bancos públicos como el Banco Nación mantienen una TEA más baja (47,02%), las entidades privadas aplican tasas efectivas que pueden oscilar entre el 130% y el 200%, e incluso más, dependiendo del cliente y el monto adeudado. Esta disparidad se debe a la autonomía de cada entidad para fijar sus condiciones dentro del marco del BCRA, sumado al contexto macroeconómico con alta inflación y un riesgo crediticio creciente. Las familias argentinas se encuentran con un financiamiento prohibitivo al que recurren ante la falta de otras opciones, lo que perpetúa su endeudamiento.

La morosidad crece a la par del endeudamiento

El aumento de las altas tasas de interés tiene un correlato directo en el incremento de la morosidad. El último informe del BCRA de mayo de 2025 reveló que la irregularidad en el stock de préstamos al sector privado subió del 1,8% al 2,6% en un año. Dentro de este universo, la situación es aún más crítica para los créditos al consumo: la mora en tarjetas de crédito se duplicó, pasando del 1,9% al 3,8%, y los incumplimientos en préstamos personales también crecieron, de un 4,1% a un 5,6%.

Este panorama muestra cómo el endeudamiento con tarjeta, lejos de ser una medida excepcional, se está convirtiendo en una práctica habitual para las familias que luchan por llegar a fin de mes. La trampa del pago mínimo, lejos de ser un alivio, se consolida como un camino directo hacia un endeudamiento insostenible y una mayor vulnerabilidad económica, demostrando que la falta de acceso a crédito justo y la persistente inflación son factores que siguen pesando fuertemente en los hogares argentinos.