Mauro Sergio en crisis: Textilana S.A. despide personal y reduce producción ante la ola importadora
La histórica empresa Textilana S.A., dueña de la reconocida marca de pulóveres Mauro Sergio, atraviesa una profunda crisis que la ha llevado a despedir a 150 trabajadores y reducir su producción en un 20% en Mar del Plata. Aunque la empresa no ha anunciado un cierre definitivo, esta "reestructuración interna" es un reflejo directo del impacto de la creciente ola importadora de indumentaria y la drástica caída del consumo que azotan a la industria textil argentina.

Una industria textil asfixiada por la importación y la recesión
Textilana, fundada en los años 70 y un símbolo de la producción integrada nacional con su marca Mauro Sergio, no es ajena al dramático panorama del sector. La industria textil argentina enfrenta su peor crisis en años, caracterizada por:
- Dominio de importaciones: En lo que va de 2025, el 70% del consumo de indumentaria en Argentina se abastece con productos importados.
- Caída de la producción nacional: Se registra una disminución de hasta el 26% en la producción de hilados y tejidos.
- Pérdida de empleos: A nivel nacional, se contabilizan más de 5.000 despidos y 10.000 suspensiones en el sector.
- Cierre de pymes: En lo que va del año, 68 pymes textiles han cerrado, resultando en la pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo y una caída del 40% en el uso de la capacidad instalada.
La situación se agrava con el fenómeno de las importaciones «hormiga» a través de plataformas como Shein o Temu, que superaron los 50 millones de dólares solo en mayo, proyectando un nuevo récord para julio. Entre enero y mayo, las compras de ropa en el exterior crecieron un 136%, alcanzando un récord histórico de US$ 1.572 millones. Las importaciones textiles en general aumentaron un 93%, muchas veces ingresando con precios de dumping, con un valor promedio por kilo de apenas US$ 5,67.
El impacto en Textilana S.A. y sus trabajadores
La reducción de personal en Textilana S.A. ha sido drástica, pasando de 350 a aproximadamente 200 empleados. La representación gremial ha denunciado despidos sin indemnización y renuncias motivadas por bajos salarios y falta de pagos. La fábrica se encuentra actualmente sobrestockeada debido al escaso movimiento en la temporada invernal, lo que ha impulsado la serie de despidos, que la empresa no ha comunicado oficialmente.
Según Hugo Benítez, secretario general de la Asociación Obrera Textil de la República Argentina (AOTRA), la capacidad productiva del sector opera apenas al 40%. Benítez enfatiza que Argentina no es competitiva bajo el actual esquema de eliminación de controles y baja de aranceles a las importaciones, lo que en la práctica significa «bajarle impuestos a los productos chinos».
Advertencias de la industria y proyecciones
Camilo Kahale, presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), ha advertido sobre la gravedad de la situación: «La apertura indiscriminada y la apreciación cambiaria están destruyendo nuestra capacidad de competir. La industria textil sostiene buena parte de la economía real. Si no se actúa ya, decenas de fábricas pueden cerrar y miles de empleos desaparecer. El daño sería estructural».
Un informe de la Fundación ProTejer, la cadena industrial del sector, corrobora la severidad de la situación desde el inicio de la presidencia de Javier Milei. Durante el primer trimestre de 2025, cinco de cada diez empresas textiles e de indumentaria registraron una caída en sus ventas, con una merma promedio del 5%.
El futuro de Textilana S.A. y de toda la industria textil argentina pende de un hilo. Sin un repunte del consumo y con una presión importadora que se intensifica, el sector que emplea a más de 530.000 personas y nuclea a 24.000 empresas en 17 provincias, se enfrenta a un desafío sin precedentes que amenaza su existencia y miles de puestos de trabajo.