Impacto del ajuste: Acindar detiene producción y suspende a 500 trabajadores en Villa Constitución

La siderúrgica Acindar, un pilar de la industria nacional, ha paralizado gran parte de sus operaciones en Villa Constitución, Santa Fe, suspendiendo a 500 trabajadores. La medida, que afecta sectores clave como la acería y trenes laminadores, es una clara señal de la profunda contracción en el sector industrial argentino, atribuida a la caída del consumo y la inversión pública.

La parálisis productiva de Acindar

Acindar, una de las principales siderúrgicas de Argentina, ha implementado una nueva paralización de su producción en su planta de Villa Constitución, Santa Fe. La medida, que se extiende desde el sábado 26 de julio hasta el lunes 4 de agosto de 2025, implica la suspensión de aproximadamente el 85% del personal operativo, afectando directamente a más de 500 trabajadores. Esta decisión se suma a un esquema de suspensiones rotativas y retiros voluntarios que la empresa mantiene desde principios de año, con salarios abonados al 75% y vigentes hasta diciembre de 2025.

Los sectores más impactados por esta paralización son la acería, que detendrá completamente su funcionamiento y afectará a unos 400 empleados; el Tren Laminador N°1, donde trabajan aproximadamente 60 personas; y el área de Reducción Directa, que permanecerá inactiva hasta septiembre, con 40 operarios sin tareas. Esta situación no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un contexto de fuerte caída del consumo y la actividad industrial a nivel nacional, factores que han golpeado duramente al sector siderúrgico.

Un sector en declive y sus causas

La producción siderúrgica en Argentina ha experimentado un retroceso significativo. Los últimos datos de junio de 2025 revelan una contracción del 25,7% respecto al mismo período de 2023. De hecho, el año 2024 (con datos hasta la fecha actual) registra el segundo peor desempeño del sector desde 2001, superando solo por un margen estrecho la crisis de la pandemia y quedando por debajo de la crisis financiera global de 2009.

Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local, se ha manifestado preocupación por la afectación en los ingresos de los trabajadores, aunque por el momento no se han eliminado adicionales salariales. La siderúrgica acumula un excedente mensual de entre 15.000 y 20.000 toneladas de acero, un claro indicador de la falta de demanda interna, tanto del sector privado como por la reducción de la inversión estatal en obra pública y desarrollo.

El debate político y la visibilización de la crisis industrial

La situación de Acindar ha generado repercusiones en el ámbito político. La diputada nacional por Santa Fe, Florencia Carignano, denunció la parálisis a través de sus redes sociales, afirmando que existe un intento por parte del gobierno nacional y provincial de invisibilizar la noticia. En su publicación, Carignano criticó las políticas económicas implementadas y su impacto directo en la industria y el empleo, llamando a la ciudadanía a reflexionar de cara a futuras elecciones.

Este nuevo parate en Acindar es un síntoma de la recesión que atraviesa el sector industrial argentino. Los trabajadores afectados expresan su preocupación por la falta de perspectivas de repunte en la producción, anticipando un panorama desafiante que podría extenderse hasta fin de año si no se observan cambios significativos en la política económica que estimulen la demanda y la inversión. La crisis de Acindar es, en este sentido, un termómetro de la compleja situación que enfrenta la economía argentina.