Inflación en Argentina: Educación, vivienda y salud, los pilares del golpe al bolsillo en junio

La desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a 1,6% en junio ofrece un respiro estadístico, pero el impacto de los aumentos en educación, vivienda y salud profundiza la caída del poder adquisitivo en los hogares argentinos, quienes enfrentan un panorama económico desafiante.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Argentina registró un aumento del 1,6% en junio, la cifra más baja desde enero de 2022, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) este lunes. Este dato marca una notable desaceleración en la inflación interanual, que se ubicó en 39,4%, muy por debajo de los picos observados en el segundo semestre de 2023. Sin embargo, este «alivio estadístico» contrasta con la realidad económica de las familias, que continúan sintiendo el rigor del ajuste, la contracción del consumo y la persistente caída de los salarios.

Educación, vivienda y salud: Los rubros que lideraron los aumentos

Analizando los 12 rubros que componen la medición del INDEC, Educación se posicionó como el sector con el mayor incremento mensual, alcanzando un 3,7%. Este ascenso se atribuye principalmente al ajuste en las cuotas de los colegios privados. Le siguió de cerca Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, con un alza del 3,4%, impulsada por los aumentos en alquileres, expensas y servicios básicos, a pesar de las medidas gubernamentales que buscaron moderar los ajustes tarifarios.

Otros rubros que superaron el promedio general de inflación del 1,6% fueron:

  • Bebidas alcohólicas y tabaco: +2,8%
  • Recreación y cultura: +2,5%
  • Salud: +2,2%
  • Restaurantes y hoteles: +2,1%
  • Equipamiento y mantenimiento del hogar: +1,9%
  • Comunicación: +1,8%

En contraste, las divisiones que mostraron una menor variación fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un marginal 0,6%, y Prendas de vestir y calzado, con un 0,5%. Esta contención en los precios de los alimentos se explica, en parte, por una marcada caída del consumo y un sobrestock generalizado en los supermercados, según advierten diversas cámaras del sector y estudios privados.

El mapa regional de la inflación y sus particularidades

El informe del INDEC también reveló disparidades en las variaciones de precios a lo largo del territorio argentino:

  • En la Ciudad y Gran Buenos Aires (GBA), la región Pampeana, el Noreste y la Patagonia, el rubro con mayor impacto fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (+3,4%).
  • En el Noroeste, la mayor suba se registró en Prendas de vestir y calzado (+0,5%), aunque fue la variación más baja a nivel nacional.
  • En la región de Cuyo, se destacó el aumento en Recreación y cultura (+2,5%).

Inflación a la baja, poder adquisitivo en caída

Aunque la cifra de inflación de junio es un dato positivo en términos estadísticos, la realidad es que los salarios, especialmente en el sector informal, las jubilaciones y las asignaciones sociales, siguen rezagados frente al ritmo de los precios. La consultora Scentia reportó una caída del consumo privado de más del 17% interanual en lo que va de 2025. A esto se suma el hecho de que la canasta básica total para una familia tipo superó el $1,1 millón, de acuerdo con el informe del INDEC de la semana pasada, lo que evidencia la dificultad creciente para cubrir las necesidades esenciales.

Mientras el Gobierno nacional celebra la desaceleración inflacionaria como un «logro de la política de shock fiscal», los efectos colaterales de esta estrategia se hacen sentir en la parálisis del mercado interno, el deterioro del tejido social y un preocupante aumento de los índices de pobreza e indigencia. La estadística puede mostrar una mejoría, pero la calidad de vida de vastos sectores de la población argentina sigue enfrentando un panorama desafiante.