Estafan a jubilada con préstamos fraudulentos por un millón de pesos

Una jubilada fue víctima de una sofisticada estafa que le sustrajo cerca de un millón de pesos a través de préstamos solicitados fraudulentamente a su nombre. El caso, denunciado en la Comisaría Comunitaria 29 de Quimilí, movilizó a la Justicia santiagueña que busca identificar a los responsables de esta maniobra que implicó la transferencia de fondos a cuentas de terceros.

El calvario para la víctima comenzó cuando, al dirigirse a cobrar sus haberes jubilatorios, decidió consultar el estado de su cuenta bancaria. Tras notar una significativa falta de dinero, la mujer solicitó un detalle de las operaciones. Allí se encontró con la alarmante realidad: cuatro préstamos habían sido gestionados a su nombre, sumando un total de $930.000. Lo más preocupante fue la confirmación por parte del personal administrativo de que el dinero ya había sido transferido a otras cuentas bancarias, ajenas a la jubilada.

Inmediatamente, la damnificada radicó la denuncia penal por el delito de estafa. La investigación recayó en la Unidad Fiscal de la Circunscripción de Capital, que instruyó al Departamento Delitos Económicos para iniciar las pesquisas. El objetivo principal es desentrañar los pormenores de la estafa y dar con los autores de este millonario fraude.

¿Cómo operan las estafas con préstamos a nombre de terceros?

Este tipo de estafas, lamentablemente cada vez más frecuentes, se basan en el robo de identidad y el uso indebido de datos personales. Los delincuentes obtienen información sensible de sus víctimas (DNI, datos bancarios, historial crediticio) a través de diversas vías, como la suplantación de identidad en llamadas telefónicas o mensajes de texto (phishing, smishing), la infección de dispositivos con malware o la compra de bases de datos robadas en el mercado negro.

Una vez con los datos en su poder, los estafadores solicitan préstamos personales o créditos bancarios en nombre de la víctima. Utilizan la información financiera de la persona para que la solicitud parezca legítima. Las modalidades pueden variar:

  • Créditos preaprobados: Aprovechan la existencia de créditos ya preaprobados por la entidad bancaria para la víctima, los cuales solo requieren una validación mínima.
  • Solicitudes online: Realizan las gestiones de forma completamente digital, a menudo creando perfiles falsos con los datos de la víctima.
  • Intermediarios fraudulentos: En algunos casos, se hacen pasar por gestores o intermediarios que ofrecen supuestos beneficios o ayudas, solicitando datos para «agilizar» trámites.

Una vez que el préstamo es aprobado y el dinero depositado en la cuenta de la víctima, los estafadores suelen tener ya coordinadas transferencias rápidas a cuentas controladas por ellos, vaciando el dinero antes de que el titular legítimo se percate.

Prevención y acción: Claves para protegerse

Ante el creciente número de estafas, es fundamental que los ciudadanos, especialmente los adultos mayores, tomen precauciones para proteger sus datos personales y financieros.

Consejos clave:

  • Nunca compartas datos personales: Bancos, entidades financieras o instituciones gubernamentales nunca te pedirán claves, números de tarjeta completos o códigos de seguridad por teléfono, correo electrónico o mensaje de texto.
  • Verifica la identidad: Ante cualquier llamada o mensaje sospechoso, cortá la comunicación y contactá a la entidad directamente a través de sus canales oficiales. No uses los números o enlaces proporcionados por el supuesto estafador.
  • Revisa tus movimientos bancarios: Es crucial controlar regularmente los extractos de tus cuentas y tarjetas. Cualquier movimiento inusual, por pequeño que sea, debe ser reportado de inmediato.
  • Protegé tus documentos: Mantené tu DNI, recibos y cualquier documento con información personal en un lugar seguro. Evitá dejarlos al alcance de terceros.
  • Cuidado con ofertas «demasiado buenas»: Desconfiá de ofertas de préstamos con tasas irrisorias o que te pidan un adelanto de dinero para «destrabar» un crédito.
  • Educación digital: Aprendé a identificar correos de phishing y mensajes de smishing. Nunca hagas clic en enlaces sospechosos ni descargues archivos adjuntos de remitentes desconocidos.

¿Qué hacer si sos víctima?

  1. Denuncia inmediata: Acudí a la comisaría más cercana o a la fiscalía para radicar la denuncia penal, aportando toda la información y documentación que tengas.
  2. Contactá a tu banco: Informá a tu entidad bancaria sobre la situación para que tomen las medidas de seguridad pertinentes, como el bloqueo de cuentas o tarjetas, y para que inicien una investigación interna sobre los movimientos fraudulentos.
  3. Solicitá el detalle de los préstamos: Pedí al banco el historial completo de los préstamos solicitados a tu nombre para presentar como prueba en la denuncia.
  4. Monitoreá tus datos: Revisá regularmente tu historial crediticio en el Banco Central o burós de crédito para detectar si se solicitaron otros productos financieros a tu nombre.

Este caso en Santiago del Estero resalta la necesidad de una mayor vigilancia y educación en la protección de datos personales, ya que los estafadores continúan evolucionando sus métodos para explotar la vulnerabilidad de los ciudadanos. La rápida acción de la jubilada y la intervención de la Justicia son pasos fundamentales para intentar revertir el daño y llevar a los culpables ante la ley.