El Ejecutivo disuelve Vialidad Nacional y otros organismos clave: Un «golpe despiadado» al Estado

En un nuevo y contundente paso en su plan de "transformación" del Estado, el oficialismo anunció la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), el organismo encargado del mantenimiento de más de 40.000 kilómetros de rutas nacionales. La medida, que también incluye el cierre de la Comisión Nacional del Tránsito y Seguridad Vial y la Agencia de Seguridad Vial, fue justificada como un golpe definitivo a la corrupción en la obra pública, aunque genera profunda preocupación por el impacto en la infraestructura y la seguridad vial del país.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó hoy el cierre «definitivo» de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), la Comisión Nacional del Tránsito y Seguridad Vial, y la Agencia de Seguridad Vial. Este anuncio se suma a una serie de reestructuraciones y disoluciones que el gobierno de Javier Milei ha implementado en diversas áreas del Estado, marcando un rumbo de drástica reducción de la planta estatal.

La Dirección Nacional de Vialidad, el organismo central en esta disolución, es una entidad fundamental que se encarga del mantenimiento de los más de 40.000 kilómetros de rutas nacionales y cuenta con una dotación de más de 5.000 trabajadores en todo el país. Su cierre, por tanto, representa un impacto significativo en la gestión y conservación de la infraestructura vial de Argentina.

La justificación oficial: Fin a la «corrupción en la obra pública»

En su habitual conferencia de prensa, Adorni justificó la medida con un tono confrontativo. «La corrupción en la obra pública tiene su acta de defunción firmada, y la acaba de firmar el presidente Javier Milei», sentenció el vocero, asociando directamente el cierre de Vialidad Nacional con el combate a prácticas corruptas. La decisión, según informó, será publicada este martes en el Boletín Oficial, oficializando así la eliminación de un pilar histórico de la administración pública argentina.

Posteriormente, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Adolfo Sturzenegger, hizo uso de la palabra para elogiar la gestión del oficialismo en materia de «transformación» estatal. Sturzenegger destacó el trabajo realizado este año, aprovechando las facultades delegadas por el Congreso que permitieron al Ejecutivo avanzar en estas modificaciones que, para algunos críticos, se asemejan más a una «destrucción del Estado».

Preocupación por el futuro de las rutas y la seguridad vial

La disolución de Vialidad Nacional, junto con los organismos de tránsito y seguridad vial, ha despertado una profunda preocupación en diversos sectores. Si bien el oficialismo insiste en la eliminación de la corrupción, la pregunta que surge es quién y cómo se garantizará el mantenimiento de la vasta red vial nacional y la implementación de políticas de seguridad en el tránsito.

Los más de 5.000 trabajadores de la DNV, así como el personal de las comisiones disueltas, enfrentan un futuro incierto. Además, la discontinuidad de un organismo con décadas de experiencia en la planificación, construcción y mantenimiento de rutas podría generar desafíos importantes para la conectividad y la infraestructura del país a mediano y largo plazo.

Mientras el oficialismo celebra estas acciones como un avance en la eficiencia y la lucha contra la corrupción, la sociedad y los especialistas en infraestructura y seguridad vial se mantienen alertas sobre las consecuencias de un «golpe» de tal magnitud a organismos estatales esenciales. ¿Cómo se garantizará la seguridad y el buen estado de las rutas nacionales sin la estructura y el expertise de la Dirección Nacional de Vialidad?