Fentanilo contaminado: Crece la sospecha de un número de muertes mayor
La investigación sobre las ampollas de fentanilo contaminadas por el laboratorio HLB Pharma Group S.A. ha tomado un giro escalofriante. La Justicia argentina sospecha que la cifra oficial de 52 muertes podría ser significativamente mayor, debido a la existencia de "muertes en negro" no reportadas ni judicializadas.

La problemática en torno a las ampollas de fentanilo contaminadas está revelando una dimensión aún más preocupante. Mientras la investigación avanza, las autoridades judiciales se enfocan en determinar el número real de víctimas, ante la fuerte sospecha de que los 52 decesos reportados oficialmente no reflejan la totalidad del impacto. Fuentes cercanas al caso han confirmado a la Agencia Noticias Argentinas que, desde el inicio, se ha buscado identificar estas «muertes en negro», es decir, casos que no fueron debidamente notificados o investigados.
Las muertes comunicadas de manera oficial se atribuyeron a la presencia de las bacterias Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae dentro de las ampollas contaminadas. Sin embargo, los investigadores señalan una dificultad inherente a este tipo de situaciones: los decesos causados por bacterias intrahospitalarias multirresistentes suelen ser frecuentes y, en muchos casos, no se judicializan ni se contabilizan como parte de una investigación específica, lo que podría estar ocultando la verdadera magnitud del problema.
La dimensión del riesgo: Más de 300 hospitales bajo la mira
Frente a este escenario, las autoridades judiciales son conscientes de que muchos decesos en Argentina podrían no haber sido denunciados o investigados en relación con el fentanilo contaminado. La preocupación se intensifica al considerar que, según los datos que se manejan oficialmente, más de 306 hospitales están bajo la lupa, ya que habrían recibido ampollas pertenecientes a los lotes comprometidos.
Ante esta situación de riesgo inminente, la Justicia ha emitido una directiva crucial: se está solicitando a todas las instituciones médicas que retiren de circulación el fentanilo de los lotes afectados. Asimismo, se les exige que informen sobre los pacientes a quienes se les administró este medicamento y, de ser el caso, si tienen diagnosticada alguna de las bacterias asociadas a la contaminación. Esta medida busca no solo contener la propagación del problema, sino también obtener una imagen más clara y precisa de los posibles afectados.
La investigación del fentanilo contaminado subraya la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia sanitaria y los protocolos de notificación de eventos adversos, especialmente en contextos donde la vida de los pacientes está en juego. La transparencia y la celeridad en el reporte de estos casos son fundamentales para evitar que tragedias como esta sigan cobrando vidas de forma silenciosa.