Confiar en los demás, la clave para una vida más larga y feliz, según un estudio
Un reciente estudio revela que la confianza en las personas y en las instituciones es un factor crucial para el bienestar general, influyendo positivamente en la salud mental, la satisfacción con la vida e incluso en la longevidad. Este hallazgo sugiere que fomentar la confianza podría ser una estrategia efectiva para mejorar la calidad de vida en todas las edades.

¿Existe una fórmula sencilla para una vida plena y duradera? Un nuevo estudio, publicado en la revista Psychological Bulletin, sugiere que la respuesta podría residir en algo tan fundamental como la confianza. Las personas que tienden a confiar en sus vecinos, en las instituciones y en la sociedad en general, demuestran mayores niveles de bienestar, lo que a su vez se asocia con una mejor salud y una vida más larga.
Catrin Finkenauer, coautora del estudio y profesora de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), subraya la importancia de estos hallazgos: «Nuestros descubrimientos demuestran que la confianza desempeña un papel clave en el grado de felicidad y satisfacción de las personas de todas las edades, especialmente en el caso de los niños, los adolescentes y los adultos mayores».
Tipos de confianza y su impacto en el bienestar
Para este exhaustivo análisis, el equipo de Finkenauer investigó tres dimensiones de la confianza:
- Confianza interpersonal: La que se establece entre individuos que se conocen.
- Confianza en instituciones: Referida a la fe en entidades como el Gobierno y los bancos.
- Confianza social: La creencia general de que la mayoría de las personas son «honestas, fiables y benevolentes».
Los resultados del metaanálisis, que recopiló datos de más de 2,5 millones de personas a nivel mundial, fueron contundentes: independientemente del tipo, las personas con mayores niveles de confianza reportaron un bienestar superior. Es notable que esta relación fue más pronunciada en niños y adolescentes en comparación con los adultos de mediana edad, lo que sugiere la importancia de inculcar la confianza desde temprana edad.
Además, el estudio reveló que la confianza y el bienestar no son conceptos estáticos, sino que se refuerzan mutuamente con el tiempo, creando un ciclo virtuoso. «Ya se trate de la confianza en los demás, en la sociedad o en las instituciones, todos los tipos de confianza son importantes para el bienestar», afirman los investigadores.
Fomentar la confianza para una sociedad más equitativa
La relevancia de la confianza se extiende incluso a la reducción de brechas sociales. Un estudio previo, realizado en 38 países europeos, había detectado que las minorías raciales y étnicas suelen presentar niveles más bajos de confianza, lo que se correlaciona con menor felicidad y satisfacción vital. Sin embargo, ese mismo informe concluyó que fomentar la confianza entre las minorías contribuía a aumentar su bienestar, lo que sugiere un camino para «reducir la brecha de bienestar» entre personas de distintos orígenes.
Finkenauer enfatiza que «la confianza no se puede forzar, hay que ganársela». En este sentido, resalta la responsabilidad compartida de las familias, las escuelas y los Gobiernos para crear entornos de apoyo y confianza. «Cuando fomentamos la confianza, también apoyamos la salud mental y unas comunidades más fuertes», concluyó la investigadora, ofreciendo una perspectiva optimista sobre cómo un valor tan fundamental puede ser la base para una sociedad más feliz y saludable.