El gobierno elimina regímenes de promoción ganadera y agroindustrial
El Poder Ejecutivo ha formalizado la disolución de una serie de programas y regímenes de fomento a diversas actividades agropecuarias. La medida, que se inscribe en la política de desregulación y recorte de subsidios, apunta a transformar la estructura de apoyo al sector, buscando una mayor autonomía y competitividad en el mercado.

Adiós a los subsidios directos: La visión del ejecutivo
Según la postura del Gobierno, la promoción productiva no debe sostenerse indefinidamente en subsidios o transferencias directas. La meta es generar condiciones estructurales que permitan a los sectores crecer de forma sostenible, sin depender de la asistencia estatal. Esta visión es el pilar de la decisión que, según el Ejecutivo, impulsará una agroindustria más desregulada.
Los programas afectados por el decreto 408/2025
Con la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, el Decreto 408/2025 establece la disolución de las siguientes iniciativas:
- Régimen para la Promoción, Desarrollo y Consolidación de la Ganadería Ovina y de Llamas: Este era el programa principal y el más relevante de los afectados. Incluye también la disolución de su Comisión Asesora Técnica (CAT).
- Programa de Promoción y Producción del Gusano de Seda: Junto con su correspondiente Registro Nacional de Sericicultura.
- Régimen para la Recuperación, Fomento y Desarrollo de la Actividad Caprina: Y su Comisión Asesora Técnica (CAT).
- Régimen de Promoción de la Ganadería Bovina en Zonas Áridas y Semiáridas.
- Programa para el Fomento y Desarrollo de la Producción de Bubalus Bubalis o Búfalos de Agua: Y su Consejo Federal Bubalino.
Además de la disolución de estos regímenes y programas, el decreto también deroga las leyes que les dieron origen: Leyes N° 25.422 y sus modificatorias, N° 25.747, N° 26.141, N° 27.066 y N° 27.076.
Impacto en el campo y la agroindustria
Esta decisión marca un antes y un después en la relación entre el Estado y el sector agropecuario. La eliminación de estos programas de fomento directo significa que los productores de ovinos, llamas, gusanos de seda, cabras y búfalos, entre otros, deberán buscar nuevas vías de financiamiento y desarrollo, dependiendo en mayor medida de las dinámicas del mercado y de sus propias capacidades para competir.
El Gobierno sostiene que este cambio generará un entorno más competitivo y eficiente, al eliminar lo que considera distorsiones generadas por los subsidios. Sin embargo, los distintos sectores afectados deberán adaptarse a este nuevo escenario sin el soporte de los programas disueltos.