Sugieren Cámara Gesell para Dalma y Gianinna en el juicio Maradona: Protegerlas del trauma y la exposición
Una psicóloga ha propuesto que Dalma y Gianinna Maradona declaren en Cámara Gesell si el juicio por la muerte de su padre lo requiere nuevamente, con el objetivo de protegerlas del impacto emocional y la revictimización frente a la exposición mediática. La especialista Daniela Gasparini fundamentó su sugerencia en el evidente sufrimiento y angustia que las hijas del Diez han manifestado en audiencias previas, calificando la situación como "traumática" y con potenciales consecuencias psicológicas como ansiedad y depresión.

Esta medida busca resguardar la integridad psíquica de las víctimas indirectas en un proceso judicial de alta visibilidad. La ley nacional de Derechos y Garantías de las Víctimas ofrece herramientas para este tipo de situaciones, que según Gasparini, deberían aplicarse para subsanar las «falencias» en la contención brindada hasta ahora a las hermanas Maradona. El juicio, iniciado el 11 de marzo de 2025, ya ha registrado momentos de tensión y dolor, evidenciando la necesidad de protocolos especiales para cuidar a los allegados vulnerables.
El clamor por la protección emocional: La Cámara Gesell como escudo
El juicio por la muerte de Diego Maradona, que se reanudó recientemente, continúa generando momentos de profunda conmoción, especialmente para sus hijas, Dalma y Gianinna. Ante la visible angustia y el impacto emocional que han experimentado, la psicóloga Daniela Gasparini ha elevado una sugerencia crucial: que, si es necesario que las hijas del astro vuelvan a declarar, lo hagan en una Cámara Gesell. Esta modalidad implicaría que sus testimonios se tomen sin la presencia de público y bajo la supervisión de una profesional, buscando protegerlas de la exposición mediática y la revictimización inherente a un proceso tan mediático.
Gasparini fundamenta su propuesta en la clara evidencia de angustia y descomposición emocional que Dalma y Gianinna ya han mostrado durante sus intervenciones judiciales. «Es traumático y deja huellas», afirmó la especialista, advirtiendo sobre las posibles consecuencias como «ansiedad, depresión y descomposición» que puede acarrear una exposición prolongada a una situación tan dolorosa y públicamente escudriñada.
Un caso emblemático que exige reparar fallas previas
La especialista no solo se basa en la observación directa, sino que también apela al marco legal vigente. Recordó que la ley nacional de Derechos y Garantías de las Víctimas ya contempla herramientas para proteger a familiares vulnerables durante procesos judiciales. Citó ejemplos como los ocurridos en casos de la tragedia de Once o femicidios, donde se aplicaron mecanismos de protección similares, y solicitó que se haga lo mismo en este juicio.
Gasparini remarcó que, a pesar de que el proceso judicial se centra en el accionar del cuerpo médico que rodeó a Maradona como el único sujeto litigante, no se ha observado una contención equivalente hacia las hijas del astro. Esta falta de apoyo y resguardo constituye, a su juicio, una «falencia» del sistema judicial que debe ser subsanada urgentemente.
El juicio, que dio inicio el 11 de marzo de 2025 en los Tribunales de San Isidro, ya ha sido escenario de momentos de marcada tensión emocional. Durante la primera audiencia, la exhibición de imágenes del cuerpo de Maradona por parte del fiscal Patricio Ferrari provocó un quiebre emocional en las hermanas, quienes se «quebraron y se abrazaron». En audiencias más recientes, Dalma describió las condiciones deplorables en las que vivía su padre, afirmando que «olía a pis, el lugar era horrible», mientras Gianinna expresó su profundo malestar en redes sociales ante la circulación de «la foto de un familiar muerto».
Prevención de daños psicológicos y la defensa de derechos vulnerados
La advertencia de Gasparini es clara: reexponer a Dalma y Gianinna sin las precauciones adecuadas podría profundizar aún más el trauma. «Esto es traumatizante y puede dejar consecuencias como ansiedad, depresión y descomposición», reiteró, señalando que la justicia aún no ha actuado de manera suficiente en estas áreas de protección psicológica.
La propuesta de la psicóloga no es solo un acto de sensibilidad ante una situación desgarradora, sino también un llamado a la Justicia para que repare sus propias omisiones. «Igual que con víctimas de violencia de género o trata, corresponde aplicar herramientas —como la Cámara Gesell— para proteger su integridad psíquica dentro del proceso», enfatizó.
En un caso de tanta exposición mediática, la atención al daño colateral –el sufrimiento de las hijas, el dolor reactivado– es imprescindible. El pedido de Gasparini combina el sentido común, los derechos garantizados por ley y una clara advertencia: sin protocolos especiales, este juicio podría causar un daño psicológico adicional y grave a las sobrevivientes de un dolor que ya es inmenso.