Cifra récord: 42% de las pymes industriales amenazadas por la importación desregulada
La industria manufacturera argentina enfrenta un escenario crítico. Un alarmante 42% de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) industriales se siente amenazado por la avalancha importadora, el nivel más alto registrado históricamente. Esta situación genera una profunda preocupación por la caída de las ventas y la pérdida de mercado interno, lo que pone en riesgo la supervivencia de un sector clave para el desarrollo nacional.

La actividad industrial en Argentina continúa evidenciando bajos niveles, una sostenida caída del empleo y crecientes problemas de competitividad en lo que va del 2025. En este complejo escenario, un dato reciente del Observatorio Pyme enciende todas las alarmas: el 42% de las Pymes industriales percibe una amenaza directa de las importaciones en el mercado interno. Esta cifra no solo es la más alta en la comparación histórica, superando incluso años de crisis económica como 2018 (40%) y 2008 (37%), sino que también explica por qué 6 de cada 10 firmas están preocupadas por la caída de las ventas en lo que resta del año.
El panorama recesivo que atraviesa la industria manufacturera es evidente. El 64% de las firmas consultadas aseguró estar preocupada por la disminución de las ventas, mientras observan cómo pierden participación en el mercado interno a manos de productos importados. De hecho, el porcentaje de empresas con un retroceso en su cuota de consumo local se incrementó 5 puntos desde el inicio del actual gobierno.
La amenaza importadora: un pico histórico
La amenaza importadora para el sector industrial ha alcanzado su punto más alto en la serie histórica. Este contexto de apertura comercial desregulada ha propiciado que el 42% de las Pymes industriales sienta una amenaza directa por el ingreso de importaciones, superando los máximos anteriores registrados en 2018 (40%), 2016 (39%), 2009 (36%) y 2008 (37%).
Desde el Observatorio Pyme señalaron que esta apertura «convive con incentivos a la importación (rebajas impositivas y arancelarias) y ausencia de medidas análogas que promuevan la producción local, lo que podría además deteriorar la balanza comercial». Esto implica una estrategia que fomenta la entrada de productos terminados y la sustitución de proveedores nacionales por externos, impactando directamente en la producción local.
Por sectores de actividad, los más perjudicados hasta el momento son Metalmecánica (60%), Textiles, prendas de vestir, cuero y calzado (57%) y Sustancias y productos químicos (44%), según la primera Encuesta Coyuntural del Observatorio de 2025. Los principales orígenes de estas amenazas son China (68%) y Brasil (17%), aunque para algunos rubros también preocupa la entrada de productos de otros países limítrofes y grandes centros industriales. La suba de la amenaza desde Chile (en torno al 4%, frente a un rango promedio histórico de 1% a 2%) también fue destacada por los industriales.
El porcentaje de empresas que perdieron participación en el mercado por el ingreso sin control de importados creció del 23% en el último trimestre de 2024 al 28% en los primeros tres meses de 2025, una cifra similar a 2018 (28%) y superior a 2016 (21%), 2009 (24%) y 2008 (24%). Las expectativas para 2025 no son alentadoras: el 30% de las empresas espera aumentar la compra de insumos y accesorios del exterior, y el 18% anticipa un incremento en la importación de productos terminados.
Entre las medidas que configuran este escenario de mayor amenaza importadora se encuentran la flexibilización de los esquemas de importación directa, la reformulación del mecanismo antidumping, la eliminación de valores criterio y reglamentos técnicos, la relajación de exigencias sanitarias y fitosanitarias, y la eliminación de controles aduaneros. «Todos estos cambios se plantean, además, bajo el paraguas de la modificación del código aduanero del DNU 70/2023 que, entre otras cosas, eliminó el requisito de registro de los importadores», agregaron desde el Observatorio Pyme. Esta liberalización «relaja las medidas de prevención de maniobras ilícitas, amplificando las posibilidades de subfacturación y contrabando, que ya encienden luces de alarma». Se suman rebajas arancelarias en sectores clave como insumos industriales, electrodomésticos, textil, confección, calzado y automotor.
Estado de situación de la industria y expectativas
Los datos sectoriales del primer trimestre de 2025 muestran que las Pymes industriales mantuvieron una tendencia bajista en la producción (-3,4% interanual) y en la ocupación (-5,0% interanual), aunque hubo una mejora paulatina de las ventas deflactadas (+3,2% sin estacionalidad y +15% interanual). Por tamaño, la producción siguió cayendo con intensidad en las pequeñas empresas (-8,5% interanual), alcanzando los niveles más bajos de la serie (incluso por debajo de la pandemia), acumulando una caída del 27% respecto al primer trimestre de 2023. En las medianas, la producción mejoró (+2,3% interanual), siendo la primera suba desde fines de 2023.
Por sectores, los resultados más desfavorables se observaron en «Muebles, madera, corcho y paja» (-19%) y «Textiles, prendas de vestir, productos de cuero y calzado» (-17%), con niveles de producción entre los más bajos de la serie histórica. La producción también cayó en Alimentos y Bebidas (-2,8% interanual), Sustancias y productos químicos, caucho y plástico (-4,8% interanual) y Metalmecánica (-1,7% interanual).
Un informe de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), a través de su Encuesta Radar Pyme para el primer trimestre del corriente, indicó una «caída generalizada en ventas para todos los sectores de alrededor de 5,5%». El sector del comercio sufrió un desplome del 14,1% en ventas, con un 49,1% de las empresas reportando caídas superiores al 10% en unidades.
Respecto a la cadena de pagos, más de la mitad de las empresas (55,3%) indicó que los plazos de cobro se extendieron unilateralmente, y el 39% afirmó un incremento en el incumplimiento (diez puntos más que a fines de 2024). En cuanto al empleo, un 21% de las empresas despidió trabajadores, y el 26,5% redujo horas extras. La rentabilidad sigue siendo un desafío, con solo el 40,8% de las empresas declarando rentabilidad positiva al inicio del año.
Entre los principales problemas que mencionaron las empresas en la Encuesta Coyuntural Pyme, el 64% señaló la caída de ventas en el mercado interno, seguido por los costos salariales (51%) y el costo de las materias primas (41%). Otros problemas incluyeron el retraso en el pago de los clientes (35%), dificultades de financiamiento (20%) y la disminución de la participación en el mercado debido a las importaciones (25%).
La coyuntura actual genera una profunda alarma en el sector ante la posibilidad de una desindustrialización que se profundice, con una mayor pérdida de peso de la industria en la economía y la desaparición de ramas productivas clave de la matriz nacional. Las expectativas reflejan este pesimismo: el 67% de las empresas consultadas por «Radar Pyme» considera que la economía empeorará este año, mientras que solo un 12% cree que mejorará.