Un nuevo yaguareté documentado en el Parque Nacional Río Pilcomayo
El hallazgo fotográfico de un ejemplar macho de Panthera onca, el primero registrado desde 2019 en la provincia, reafirma el valor estratégico del área protegida para la supervivencia de esta especie emblemática y en peligro de extinción en Argentina.

Una excelente noticia para la conservación de la fauna silvestre en Argentina. Tras años de monitoreo constante y silencioso, la perseverancia de guardaparques y técnicos dio sus frutos con la confirmación de la presencia de un nuevo ejemplar de yaguareté (Panthera onca) en el Parque Nacional Río Pilcomayo, ubicado en la provincia de Formosa. El registro, obtenido a través del despliegue estratégico de cámaras trampa, es particularmente significativo ya que no se lograba documentar fotográficamente a un individuo de esta especie, declarada Monumento Natural a nivel nacional y provincial, en suelo formoseño desde el año 2019.
El descubrimiento fue posible gracias al trabajo conjunto y metódico del personal de la Dirección Regional NEA de Conservación de la Administración de Parques Nacionales (APN) y los especialistas del reconocido Proyecto Yaguareté. Estos profesionales fueron los encargados de analizar las imágenes obtenidas por las cámaras ocultas en el espeso monte chaqueño. Tras un minucioso estudio de los patrones de manchas en la piel del animal –únicos en cada individuo, como una huella digital–, se logró identificar que se trata de un macho que no contaba con registros previos en la región. Para facilitar su seguimiento y estudio, se le asignó provisoriamente la denominación de MACHO10, o M10.
Este reciente hallazgo fotográfico marca un hito importante para el Parque Nacional Río Pilcomayo, ya que representa el tercer registro confirmado de individuos de yaguareté en esta área protegida desde que se obtuviera el primer avistamiento histórico en el año 2018. La recurrencia de registros, aunque espaciada en el tiempo, sugiere que el parque podría estar cumpliendo un rol vital como corredor biológico o área de dispersión para la especie en la región, o incluso albergando una pequeña población estable.
Desde el área de Ambiente de la Nación, se destacó enfáticamente que este logro subraya el «valor de la perseverancia en las acciones de conservación». Ponen de manifiesto la importancia crucial de los monitoreos sistemáticos y constantes, una labor que demanda dedicación y paciencia por parte de los guardaparques, técnicos e investigadores que trabajan a diario en el terreno, enfrentando las particularidades del ambiente chaqueño y las dificultades logísticas que implica el trabajo en áreas remotas.
El descubrimiento del MACHO10 reafirma de manera contundente la importancia estratégica del Parque Nacional Río Pilcomayo como un área núcleo de alto valor para la conservación del yaguareté en el Chaco argentino. La presencia documentada de este depredador tope de la cadena alimentaria es un indicador de la salud del ecosistema y de la disponibilidad de presas en el área protegida. Mantener y fortalecer la protección de estos espacios es fundamental para la supervivencia a largo plazo de la especie, cuya población se encuentra gravemente amenazada en Argentina, estimada en menos de 250 ejemplares distribuidos en tres núcleos poblacionales principales: la Selva Paranaense, las Yungas y la región chaqueña.
Este evento también pone de manifiesto el rol insustituible de los profesionales y el personal técnico dedicados a la protección y el estudio del patrimonio natural. Su labor, a menudo invisible y riesgosa, es la base sobre la cual se construyen las estrategias de conservación y se obtienen los datos cruciales para entender la dinámica de las poblaciones de especies amenazadas y evaluar la efectividad de las medidas de protección implementadas.
Con el objetivo de generar conciencia y fomentar la participación ciudadana en la protección de este nuevo habitante del Chaco, las autoridades del Parque Nacional y el Proyecto Yaguareté planean involucrar a la comunidad en la elección de un nombre para el MACHO10. En los próximos días, se anunciará una campaña de votación pública a través de la cual cualquier persona interesada podrá proponer o elegir el nombre que llevará este ejemplar, buscando generar un vínculo emocional y promover un mayor compromiso con la conservación de la especie y su hábitat.
El registro de este nuevo yaguareté en el Parque Nacional Río Pilcomayo es un faro de esperanza en el arduo camino de la conservación de una especie al borde de la extinción en Argentina. Es el resultado de un esfuerzo sostenido en el tiempo y la confirmación de que, con trabajo dedicado y la protección adecuada de su hábitat, aún es posible soñar con la recuperación de las poblaciones de yaguareté en el Gran Chaco.