Fallece Pepe Mujica a los 89 años tras lucha contra el cáncer
José "Pepe" Mujica, el emblemático expresidente de Uruguay, falleció este martes 13 de mayo a los 89 años, según confirmó el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, a través de sus redes sociales. La noticia conmocionó a Uruguay y a la región, donde Mujica era una figura política muy respetada.

La salud de Mujica se había deteriorado en los últimos meses debido a un cáncer de esófago que le fue diagnosticado en abril de 2024. A pesar de someterse a diversos tratamientos, incluyendo radioterapia, gastrostomía y la colocación de un stent, la enfermedad avanzó, extendiéndose al hígado. Ante la imposibilidad de someterse a tratamientos más agresivos debido a su edad y enfermedades crónicas preexistentes, Mujica decidió optar por cuidados paliativos.
Su esposa, Lucía Topolansky, había informado recientemente que su estado de salud se había agravado, y que se estaban enfocando en aliviar su dolor y ansiedad, permitiéndole descansar. «Está en la meseta, está a término, estamos tratando que pase lo mejor posible, esto tiene un final anunciado se trata de cuidados paliativos», había declarado Topolansky, quien además pidió que no haya «temor» y que ella estaría a su lado «hasta el final».
En una emotiva entrevista con el semanario local Búsqueda, Mujica había anunciado su decisión de no continuar con los tratamientos y expresó su deseo de despedirse de sus compatriotas. «El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta», explicó.
Con lágrimas en los ojos, Mujica transmitió un mensaje de reconciliación y respeto: «Lo que quiero es despedirme de mis compatriotas. Es fácil tener respeto para los que piensan parecido a uno, pero hay que aprender que el fundamento de la democracia es el respeto a los que piensan distinto. Por eso, la primera categoría son mis compatriotas y de ellos me despido. Le doy un abrazo a todos».
Además, solicitó privacidad en sus últimos momentos: «Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso».
En su mensaje a los jóvenes, Mujica reflexionó sobre la vida y la importancia de la esperanza y el amor: «Quiero transmitirles a las pibas y pibes que la vida es hermosa, y se gasta y se va. El quid de la cuestión es volver a empezar cada vez que uno cae, y si hay bronca, que la transformen en esperanza y que luchen por el amor, que no se dejen engatusar por el odio. Nadie se salva solo».
También enfatizó la importancia de la voluntad y la libertad individual: «La única libertad que existe está en la cabeza y se llama ‘voluntad’. Si no la utilizamos no somos libres. Y esto hay que entenderlo. Este desafío lo tienen las nuevas generaciones. Y la vida es tan hermosa que no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces».
Con su fallecimiento, Uruguay y el mundo pierden a un líder político que trascendió fronteras por su estilo de vida austero, su discurso directo y su compromiso con la justicia social. Su legado perdurará en la memoria de quienes valoran la honestidad, la humildad y la lucha por un mundo más justo.