Crimen de Paloma y Josué: La investigación se empantana en discrepancias y sin detenidos
A casi tres meses del brutal hallazgo de los cuerpos de Paloma y Josué, la investigación se centra en un sospechoso mientras las familias de las víctimas mantienen posturas opuestas sobre el lugar donde se cometieron los asesinatos.

La investigación en torno al crimen de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra, los dos adolescentes encontrados sin vida en un descampado de Florencio Varela, continúa sin detenidos y con fuertes discrepancias entre las familias de las víctimas sobre las circunstancias del doble homicidio. Las autopsias confirmaron la peor sospecha: ambos jóvenes de 17 y 14 años respectivamente, fallecieron a causa de severos traumatismos craneales.
A la conmoción inicial se sumó una hipótesis planteada por los peritos contratados por la familia de Josué Salvatierra, quienes sostienen que los adolescentes no fueron asesinados en el predio donde se encontraron sus cuerpos, cerca de un puente ferroviario en la localidad de Bosques. Según esta teoría, los cadáveres habrían sido “plantados” en ese lugar, una afirmación que generó un marcado contraste con la postura de la familia de Paloma Gallardo, que insiste en que el crimen se perpetró en el mismo sitio del hallazgo.
Carlos Dieguez, abogado de los padres de Josué, se mostró tajante al respaldar la labor de los peritos de parte. “Coincido totalmente con los peritos. La escena del crimen habla por sí sola”, declaró el letrado, sugiriendo que las víctimas fueron ultimadas en un lugar cercano, posiblemente en la localidad de Bosques, y luego trasladadas al descampado. “Es motivo de la investigación en curso”, añadió el abogado, quien también señaló que el análisis de los cuerpos aún arroja resultados “inciertos por el momento”.
En contraposición, Aníbal Osorio, representante legal de la familia de Paloma Gallardo, rechazó categóricamente esta teoría. El abogado defendió las conclusiones de los informes oficiales, argumentando que “nosotros desestimamos esa teoría al tener en cuenta el informe de la autopsia y también el de la Policía Científica que remarca la existencia de fauna cadavérica en el lugar”. Para Osorio, este dato es crucial y refuerza la hipótesis de que “los adolescentes fueron asesinados en el lugar donde aparecieron”.
A pesar de las diferentes interpretaciones sobre la escena del crimen, la investigación policial y judicial continúa su curso. Hasta el momento, no hay personas detenidas por el doble homicidio, aunque sí existe un sospechoso identificado: un hombre de 30 años que permanece en libertad. Aníbal Osorio confirmó que el fiscal Darío Provisionato, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°1 de Florencio Varela, aguarda la incorporación de una prueba que considera clave para solicitar la detención de este individuo.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que esta prueba podría establecer un vínculo entre el sospechoso y el lugar donde fueron encontrados los cuerpos o con las propias víctimas. Sin embargo, los detalles específicos de esta evidencia aún no han trascendido a la opinión pública, manteniendo un manto de hermetismo sobre el avance crucial del caso.
La autopsia realizada a los cuerpos de Paloma y Josué reveló detalles escalofriantes sobre la violencia ejercida contra ellos. Josué falleció a causa de un “traumatismo encefalocraneano grave” que derivó en una “hemorragia cerebral”. Paloma, por su parte, murió por una “lesión cerebral” producto de una “fractura de cráneo” y un “traumatismo encefalocraneano grave”. Ambos informes forenses coinciden en señalar que los adolescentes sufrieron agresiones de extrema violencia.
La desaparición de Josué y Paloma se produjo el 27 de febrero. Testigos los vieron por última vez cuando se dirigían a un gimnasio, al que nunca llegaron. La angustiosa búsqueda culminó 48 horas después con el hallazgo de sus cuerpos en el descampado de Bosques, un lugar que ahora es el centro de la disputa entre peritos y las familias.
El brutal doble crimen generó una profunda indignación y dolor en la comunidad de Florencio Varela. Desde que se conoció la trágica noticia, amigos, vecinos y familiares de Paloma y Josué han protagonizado diversas movilizaciones exigiendo justicia y el rápido esclarecimiento de los hechos. Las marcadas diferencias entre las posturas de los abogados de ambas familias no solo reflejan la complejidad de la investigación, sino también la angustiosa necesidad de obtener respuestas claras y contundentes sobre lo sucedido con los jóvenes. La comunidad espera que la prueba clave que aguarda el fiscal Provisionato permita finalmente arrojar luz sobre este doloroso caso y llevar a los responsables ante la justicia.