El enigma felino: la ciencia detrás del instinto de alejamiento en sus últimos días

Lejos de leyendas urbanas o explicaciones místicas, el comportamiento de algunos gatos que se alejan de sus hogares en la proximidad de su muerte tiene raíces profundas en su biología y su historia evolutiva. Expertos en etología animal desvelan las razones científicas que impulsan a estos felinos a buscar la soledad en sus momentos finales.

Los gatos, criaturas de naturaleza independiente y aguda sensibilidad a los cambios en su entorno, poseen un fuerte instinto de autopreservación que moldea muchas de sus conductas. La aparente desaparición de algunos felinos antes de morir no es un hecho azaroso, sino una manifestación de este instinto ancestral, según coinciden los especialistas.

El reconocido etólogo británico Desmond Morris, autor de la obra «World Cat», explica que esta conducta es una herencia directa de sus ancestros salvajes, cazadores solitarios por excelencia. En la naturaleza, un animal debilitado o enfermo se convierte en un blanco fácil para los depredadores. Por lo tanto, la tendencia a esconderse en momentos de vulnerabilidad representa una estrategia de supervivencia crucial.

Este impulso primario persiste incluso en los gatos domésticos, a pesar de vivir en entornos seguros y protegidos. Su programación biológica ancestral los induce a buscar un refugio apartado y tranquilo para afrontar sus últimos momentos, respondiendo a una necesidad instintiva de evitar el peligro cuando se sienten indefensos.

¿Qué buscan los gatos en su aislamiento final?

Los lugares elegidos por los gatos en este retiro instintivo suelen compartir ciertas características que responden a sus necesidades de seguridad y tranquilidad:

  • Silencio y penumbra: Prefieren espacios oscuros y sin ruidos, como el hueco debajo de una cama, detrás de muebles voluminosos o en rincones apartados del jardín o el patio.
  • Ausencia de movimiento: Cualquier perturbación en su entorno puede ser interpretada como una amenaza potencial cuando su estado físico es precario.
  • Temperatura estable: Buscan lugares que les ofrezcan calidez y protección contra las inclemencias del clima, evitando el frío y la humedad.

Este comportamiento de aislamiento también puede estar vinculado al estrés fisiológico que experimentan los felinos cuando se acerca el final de sus vidas. Diversos estudios sobre comportamiento animal, como el publicado en el «Journal of Feline Medicine and Surgery», respaldan esta conexión entre el malestar físico y la necesidad de retirarse del entorno social.

No todo aislamiento es señal de un final inminente

Es crucial destacar que no todos los gatos que buscan aislarse están necesariamente cerca de la muerte. Este comportamiento puede manifestarse en situaciones de estrés, miedo o malestar físico temporal. Por lo tanto, es fundamental prestar atención a otras señales que puedan indicar un problema de salud subyacente.

Si un gato muestra síntomas como pérdida de apetito, apatía, letargo o dificultades para moverse, la visita al veterinario es imprescindible para obtener un diagnóstico profesional y un tratamiento oportuno. En muchos casos, una intervención a tiempo puede revertir la situación y mejorar la calidad de vida del animal.

Señales que pueden anticipar un final cercano

Tal como resume el portal de Univisión y coinciden diversas publicaciones veterinarias especializadas, existen algunas señales frecuentes que pueden indicar que un gato se acerca al final de su vida:

  • Cambios en el apetito: Disminuyen significativamente la ingesta de alimentos o dejan de comer por completo.
  • Disminución de la actividad: Pierden interés en jugar y se mueven con dificultad o lentitud.
  • Aislamiento prolongado: Buscan esconderse durante períodos cada vez más largos.
  • Indiferencia al contacto humano: Muestran falta de interés en las caricias o la interacción con sus dueños.
  • Pelaje descuidado: Su manto luce opaco, erizado o sucio debido a la falta de acicalamiento.

Estas señales pueden preceder a lo que los veterinarios denominan la «fase terminal felina», un estado en el que el animal entra en un proceso de conservación de energía extremo, preparándose para el cese de sus funciones vitales.

¿Qué hacer si un gato enfermo desaparece?

La desaparición de gatos ancianos o con enfermedades crónicas no es un hecho inusual. Si su mascota tiene acceso al exterior y usted ha notado signos de enfermedad, es fundamental tomar medidas para limitar sus salidas y brindarle un entorno seguro y confortable dentro del hogar.

Prepare un lugar tranquilo, cálido y protegido donde su gato pueda sentirse seguro y relajado. Ofrézcale su compañía y afecto, respetando sus momentos de descanso y su necesidad de tranquilidad. En estos momentos delicados, la presencia amorosa de sus dueños puede marcar una diferencia significativa, brindándole consuelo y seguridad en sus últimos días. No es egoísmo retenerlo cerca; es un acto de amor y acompañamiento en la etapa final de su vida.