Alimentos y bebidas registran un aumento mensual de 4,6% impulsado por la volatilidad del dólar
La reciente turbulencia cambiaria se traslada rápidamente a las góndolas, impulsando un nuevo aumento en los precios de alimentos y bebidas que agrava la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos.

La presión del dólar sobre la economía argentina sigue mostrando su impacto directo en el bolsillo de los consumidores. En las últimas cuatro semanas, los precios de los alimentos y bebidas acumularon un incremento del 4,6%, con una aceleración notable en la segunda semana de abril, donde el rubro registró una suba del 0,9%. Este nuevo embate inflacionario, impulsado por la volatilidad del mercado cambiario, profundiza la preocupación por el poder adquisitivo de las familias.
Según estimaciones de consultoras privadas, la inflación mensual en el sector de Alimentos y Bebidas ya alcanza el 3,9%. Este dato coincide con la medición inflacionaria de la Ciudad de Buenos Aires, que arrojó un 3,2% para marzo, y anticipa que el dato oficial a nivel nacional, que se conocerá este viernes, podría rondar el 3%, estableciendo un nuevo piso para la inflación en el país.
Dentro del rubro alimenticio, las carnes continúan siendo el principal motor de los aumentos. Con un alza superior al 7% en el último mes, este producto explica por sí solo casi el 60% de la inflación mensual de alimentos. Las bebidas también registraron un incremento promedio del 3%, mientras que los lácteos y las verduras mostraron leves bajas que no lograron contrarrestar la tendencia generalizada al alza. El informe de las consultoras destaca que cada vez son menos los productos que mantienen sus precios estables, mientras que aquellos con aumentos recuperan terreno en la canasta básica.
Este nuevo salto de precios se produce en un contexto de marcada caída del consumo. Datos relevados en grandes cadenas de supermercados revelan que las ventas de marzo sufrieron una contracción de entre el 5% y el 7% en comparación con el mismo mes del año anterior. Los rubros más afectados fueron las bebidas sin alcohol (-18,8%), las bebidas con alcohol (-16,2%) y los productos de limpieza y hogar (-9,7%). Esta persistente tendencia refleja la continua pérdida de poder adquisitivo de los hogares y una creciente retracción del consumo.
Ante este panorama, las expectativas inflacionarias para marzo se ajustaron al alza, situándose en torno al 2,8% mensual, frente al 2,5% estimado previamente. La inflación implícita proyecta un 3% para el mes y una inflación anual que podría escalar hasta el 36%.
La incertidumbre económica podría intensificarse aún más este fin de semana, cuando se conozcan los detalles del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se espera que el acuerdo defina un nuevo esquema de flotación cambiaria y una corrección del tipo de cambio del orden del 20%, lo que anticipa nuevas presiones inflacionarias en las próximas semanas. La persistente volatilidad del dólar y su impacto directo en los precios de los alimentos representan un desafío constante para la economía argentina y para el bolsillo de los ciudadanos.