Alerta nutricional infantil: Siete de cada diez niños argentinos no alcanzan la ingesta de calcio recomendada
Un preocupante informe de la red de Profesionales Expertos en Nutrición Infantil (PROFENI) revela que una alarmante mayoría de la población infantil en Argentina no consume la cantidad diaria necesaria de calcio, nutriente esencial para un desarrollo óseo y general saludable. La situación se agrava en un contexto de crisis económica, donde seis de cada diez niños acceden a dietas poco diversas.

La infancia, una etapa crucial para el crecimiento y desarrollo integral, se ve amenazada por una deficiencia nutricional generalizada. Según datos analizados de la 2ª Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud de la Nación, y profundizados por PROFENI, casi el 70% de los niños en el país no alcanza la ingesta diaria recomendada de calcio.
Esta carencia, advierten los expertos, puede tener consecuencias negativas significativas en el desarrollo de los niños, impactando directamente en su salud ósea y dental. Las posibles derivaciones incluyen el retraso en el crecimiento, una baja estatura para la edad, raquitismo (una enfermedad que debilita los huesos), mayor propensión a caries dentales, fatiga y debilidad muscular, e incluso aumentar el riesgo de osteoporosis en la vida adulta.
La doctora Noelia Rodrigues Cambao, especialista en medicina familiar y psiquiatría del Municipio de La Matanza e integrante de PROFENI, subraya la importancia de una nutrición adecuada en la infancia: «Entre los 4 y 12 años, los niños requieren una ingesta adecuada de nutrientes, donde algunos como el calcio, las proteínas y la vitamina D -entre otras- son indispensables para un adecuado crecimiento y desarrollo porque fortalecen el sistema óseo, favorecen el desarrollo muscular y apoyan sus funciones cognitivas».
PROFENI, una red de profesionales dedicados al estudio de la nutrición infantil, trabaja activamente en el desarrollo de propuestas para mejorar el perfil nutricional de los alimentos y en la investigación dentro de este campo.
La Licenciada María Soledad Cabreriso, especialista en Nutrición Maternoinfantil, Magister en Ciencia y Tecnología de los Alimentos e integrante de PROFENI, detalla las fuentes principales de calcio: «La leche, el yogur y el queso son las principales fuentes de calcio. Los lácteos fermentados, como el yogur, aportan microorganismos beneficiosos, además de calcio, vitamina D y proteínas completas. Gracias a la fermentación, mejoran la absorción de calcio y también favorecen la salud de la microbiota intestinal y sus efectos positivos en la salud integral».
La especialista también señala otras fuentes de calcio, aunque con menor biodisponibilidad: «También aportan calcio algunos pescados, además de determinados vegetales de hojas verdes como espinaca y brócoli, frutos secos y semillas, como almendras y chía. De todos modos, el calcio de origen vegetal no tiene la misma biodisponibilidad que el calcio lácteo; su absorción y uso por parte del organismo es significativamente menor».
Además del calcio, las proteínas juegan un papel crucial en la formación de tejidos, el crecimiento muscular y el desarrollo del sistema inmunológico. Cabreriso recomienda «carnes magras como pollo, vaca o cerdo; pescados; legumbres como lentejas, garbanzos y porotos; huevos y productos lácteos como yogur y quesos» como fuentes proteicas importantes.
Finalmente, la vitamina D se destaca por su rol esencial en la absorción del calcio, el fortalecimiento del sistema inmunológico y el correcto funcionamiento nervioso y muscular. Los profesionales de PROFENI indican que se encuentra en alimentos fortificados como la leche y el yogur, así como en pescados grasos. La exposición solar también es una fuente significativa de esta vitamina.
El alarmante dato sobre la baja ingesta de calcio en la población infantil argentina subraya la urgente necesidad de implementar políticas públicas y estrategias educativas que promuevan una alimentación equilibrada y rica en nutrientes esenciales desde las edades más tempranas. En un contexto económico desafiante, garantizar el acceso a alimentos nutritivos para los niños se vuelve una inversión fundamental para su presente y futuro desarrollo.