El misterio de los primeros recuerdos: por qué olvidamos nuestra infancia

La amnesia infantil es un fenómeno universal que impide recordar los primeros años de vida. La clave está en la inmadurez del hipocampo y el desarrollo de la memoria episódica.

El cerebro humano es una máquina de almacenamiento y recuperación de recuerdos. Sin embargo, hay un período de nuestra vida que parece quedar en blanco: los primeros años de existencia. ¿Por qué no recordamos nada de nuestra infancia temprana? La respuesta está en la propia biología del cerebro y en la forma en que la memoria se desarrolla con el tiempo.

Este fenómeno, conocido como amnesia infantil, afecta a todas las personas y se debe principalmente a la inmadurez del hipocampo, la región cerebral responsable de la formación de recuerdos autobiográficos. Según la neurocientífica Catherine Loveday, entrevistada por la BBC, aunque la edad del primer recuerdo varía, suele estar ligada a eventos con gran carga emocional, como accidentes o experiencias impactantes.

Durante la infancia, el cerebro está ocupado en otras tareas prioritarias. En lugar de consolidar recuerdos detallados, se enfoca en desarrollar la memoria semántica y perceptiva, esenciales para la adquisición del lenguaje y la interpretación del entorno. La memoria episódica, aquella que permite recordar eventos con detalles específicos, no alcanza su madurez hasta los siete años. Por eso, muchas de las memorias de la primera infancia no son recuerdos reales, sino reconstrucciones basadas en relatos de familiares, fotos o videos.

20250326 Recuerdos primeros recuerdos

Hasta hace algunas décadas, los científicos creían que los niños menores de tres años no podían generar recuerdos duraderos. No obstante, investigaciones recientes han demostrado que es posible almacenar memorias desde los dos años. Sin embargo, la probabilidad de que estas perduren en la adultez depende de diversos factores, como la interacción con los padres y la repetición de experiencias significativas.

El promedio de aparición del primer recuerdo autobiográfico se sitúa alrededor de los tres años y cuatro meses, aunque muchas personas no logran recordar nada antes de los cuatro o cinco años. Este vacío en la memoria sigue siendo un campo de investigación en la neurociencia, ya que comprender cómo se desarrolla la memoria en los primeros años de vida podría aportar pistas clave sobre cómo funciona el almacenamiento de información en el cerebro humano.

Aunque nunca podremos recuperar esos recuerdos perdidos, entender por qué ocurre la amnesia infantil nos ayuda a valorar cómo evoluciona nuestra mente. Y aunque no recordemos nuestros primeros pasos, la forma en que vivimos esa etapa queda impresa en nuestra personalidad y en la manera en que construimos nuestras memorias futuras.